En el comienzo del “segundo tiempo” de Francisco Ratto parece que no ha cambiado nada con respecto al primero y para ello solo basta con mirar el estado de la parte pública de la costanera del Río Areco, en el tramo del camino del Bicentenario que concluye en el Club de Pescadores.
En un fin de semana largo, el último de 2023, con poco movimiento de turistas al menos hasta el sábado, los pastos altos a la orilla del río dan un aspecto de desprolijidad que deja en el visitante una imagen de poco cuidado del paisaje natural. Esto contrasta con el que ofrecen en sus frentes las instituciones de la zona (el camping de River Plate y el predio de San Patricio) que lucen impecables.
El fomento y el desarrollo de la actividad turística como uno de los motores de la economía interna de San Antonio de Areco es como una antigua cuestión de Estado que vienen impulsando, (con matices es cierto) todos los Intendentes de los últimos 100 años porque ya en 1922 Ángel Rafael Alonso presidió una comisión de vecinos para montar un balneario municipal en las cercanías del Puente Viejo. Los planos de ese proyecto fueron aprobados por geodesia de la Provincia de Buenos Aires y fueron la base del Club Náutico San Antonio, que construyó su pileta a principios de la década del 40.
Esta es una época de mucha competencia en materia de turismo porque unos cuantos municipios vecinos (Exaltación de la Cruz, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, San Pedro, Baradero, entre otros) están modernizando su oferta y se han convertido en destinos muy atractivos para el mini turismo y como polos gastronómicos. Simplemente por ese motivo, el Municipio no se debe descuidar ningún aspecto para no perder el terreno ganado a lo largo de muchos años de esfuerzo e inversión.