En una interesante conversación con Días de Areco, Hernán Urán habló sobre la continuidad del proyecto musical de La Crème Swing Band, un grupo de músicos que comenzaron a tocar juntos en 2015 con una propuesta particular: hacer jazz gitano, donde los instrumentos son los protagonistas del ritmo.
Durante la entrevista, el guitarrista comentó que está trabajando para grabar un nuevo disco y que también completar el ciclo de las mariposas en memoria de la lucha de Ana Zabaloy contra el uso de agrotóxicos en las cercanías de las escuelas rurales.
Ya llevan un tiempo largo tocando juntos con La Crème Swing Band…
“Comenzamos a tocar juntos en 2015. Siete años es un montón de tiempo para una banda y siempre estamos pensando en seguir grabando. No por la parte comercial sino para que la cosa, el proyecto, siga adelante y para eso hay que tener un incentivo porque el disco que grabamos lo hicimos en 2017. De eso pasaron cinco años y pienso que progresamos. Así que tenemos ganas de hacer un disco acústico 100%. Nos gustaría grabar nuevamente el ciclo de las mariposas y con esa idea estamos incorporando músicos de la EMMSA, que es la Escuela Municipal de Música y de la orquesta Cuerdas de Estación”.
El ciclo de las mariposas tiene un contenido y una historia especial que marca un posicionamiento de La Crème a la hora de transmitir un mensaje con su música…
“Darío Messina, que es nuestro violinista, tenía contacto directo con Ana Zabaloy por este problema del uso de agrotóxicos en las cercanías de las escuelas rurales. Los hijos de Darío, cuando era muy chiquitos, asistían a escuelas rurales y él veía como les fumigaban al lado. En esa época, no recuerdo bien el año exacto, fuimos a tocar a la Escuela 11, que se llama Juan Manuel de Estrada. Fue para un fin de año y Ana nos contó todos los problemas que tenían. A partir de allí surgió una composición que se llama “El vuelo de la mariposa”. Esto lo hicimos en 2018, antes que Ana falleciera. Después hicimos una segunda parte, “La muerte de la mariposa” y todavía nos queda por crear algo más, que tiene que ver con la metamorfosis y la resurrección. Así que estamos viendo y trabajando con esa propuesta porque nos quedó un hermoso recuerdo de Ana y nos gustaría que se siga con su lucha porque la problemática está, no se solucionó y los que más lo sufren son los alumnos de las escuelas rurales. Por eso nosotros acompañando desde la música, tratando de llevar el mensaje”.
La Crème hace lo que se llama jazz gitano, donde los instrumentos de cuerda son los protagonistas de la base rítmica…
“Nuestro género musical parte de que no tenemos batería, entonces tomamos el estilo acústico que creó Django Reinhardt en los años 30 donde las guitarras y el contrabajo son los que llevan la base rítmica. Las cuerdas son como los solistas digamos. Creo que es uno de los pocos géneros del jazz que incluye al violín como solista. Esa es básicamente nuestra música, que se puede bailar porque en esa época se bailaba aunque después el género fue mutando y hoy son muy pocos los que lo hacen. Recuerden que en ese tiempo, década de 1930, no había mucha radiodifusión ni música grabada para bailar sino que había músicos tocando en vivo como por ejemplo en la Argentina estaban las orquestas de tango”.