En el Barrio Amespil, el mal estado de las calles sigue siendo moneda corriente. Una y otras vez, los vecinos hacen llegar sus reclamos por los pozos y la suciedad y hay una cuadra que no tiene solución a pesar del paso del tiempo.
Se trata de la calle Pereyra, desde su cruce con el camino al Parque Criollo. A metros nada más del asfalto, los pozos y huellones son profundos y después de cualquier lluvia, por mínima que sea, el barro hace casi imposible circular. Casi en la esquina, los mismos vecinos fueron rellenando con escombros para tratar de poder pasar mejor y no hundirse ni en vehículos ni caminando.
El resto del barrio también tiene importante suciedad y pozos de todo tipo. Después de la inundación no hubo obras de mejora y si bien la gestión Ratto muestra bacheos en distintos puntos del pueblo y promete llegar a todas las zonas de Areco, las áreas más afectadas por la inundación siguen sin tener una solución concreta.