En su reciente visita para participar de la jornada por el Derecho al Arraigo, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, conversó con Días de Areco.
Durante la entrevista, Kicillof remarcó la vitalidad del concepto de arraigo para mejorar la calidad de vida en las localidades del interior de la provincia.
El gobernador habló de la importancia que adquiere la planificación desde un Estado presente para prestar los servicios de salud, educación, seguridad y para concretar obras públicas, para lo que tomó los ejemplos de la UNSADA, que fue la sede del mencionado encuentro y de la autovía de ruta 41, con trabajos en plena ejecución.
¿En qué consisten estas jornadas que han definido como Derecho al Futuro…?
“Son diferentes derechos que nosotros venimos a ampliar y a reconocer. Obviamente que entre ellos están el derecho a la vivienda, a la salud, a la educación, a la protección o a la seguridad pero también al esparcimiento, a conocer y a viajar por la provincia. Es el enfoque que le damos porque creemos que la política pública, que si bien se puede ordenar por ministerios, presupuestos y tipos de obra, creemos que el problema es para qué y cómo gobernamos. Y la cuestión del derecho al arraigo apunta a algo que durante demasiado tiempo fue olvidado, postergado y despreciado, que es empezar a fijarnos cómo en cada una de las localidades hay deudas, cosas que faltan que hacen que la vida en esos pueblos sea incompleta”.
¿Específicamente de qué habla cuando se refiere al Derecho al Arraigo?
“Me refiero tanto a lo que tiene que ver con seguridad en contextos rurales como a lo que pasa en materia de conectividad a internet. Son cosas que en apariencia parecen muy simples pero que no lo son. Hoy, en parte gracias a Paco Durañona, el concepto de arraigo está arraigado para usar un juego de palabras y desde la gobernación de la provincia de Buenos Aires hemos instalado una agenda en ese sentido porque el problema en los pueblos del interior era el desarraigo. Los pibes para hacerse un futuro debían abandonar sus pueblos para irse a estudiar o a trabajar a otras ciudades más grandes y después no volvían más. Entonces se rompían los vínculos, los lazos, cosa que puede parecer una cuestión menor pero estamos trabajando para revertir eso”.
¿De qué manera están trabajando en el arraigo?
“En San Antonio de Areco tenemos una universidad que es un orgullo para nuestra provincia pero además estamos trabajando en planes para que haya sedes y centros universitarios en muchos municipios. Ya tenemos 37 con una oferta de carreras universitarias que nos permiten no solo una expansión sino también una tarea de coordinación para hacer más eficaz lo que ya existe. Esto también tiene que ver con los parques industriales que se están haciendo en el interior y estamos abriendo 18 frigoríficos municipales para complementar con la producción ganadera que tiene la provincia de Buenos Aires”.
¿La pandemia de Covid 19 dejó su marca en el comportamiento social?
“La pandemia llamó la atención sobre la vida en los grandes conglomerados urbanos y está generando una trasformación social. Lo mismo que la tecnificación en la producción agraria, que provoca una gran concentración y expulsa mano de obra con desocupados que se vuelcan a los pueblos. Esto necesita de un Estado presente. Yo me pregunto cuando dicen que hay que dinamitar todo, qué es lo que quieren dinamitar, ¿esta universidad en San Antonio de Areco? Sin el Estado, esta universidad pública no existiría porque el mercado nunca la haría porque no hay volumen en la cantidad de demanda ni poder adquisitivo. Algo similar ocurre con la salud pero si dinamitamos el Estado quién se va a encargar de prestar los servicios de salud, de educación y de las rutas, solo para señalar algunos ejemplos. El viernes recorrimos la obra de la ruta 41, que es formidable, casi faraónica, que financia la provincia y que tiene que ver con cambiar los ejes logísticos y que es producto de la planificación estatal como en su tiempo fue con los ferrocarriles. Claro que hubo errores pero los mayores problemas llegaron cuando el Estado se retiró”.