El ingreso de Kevin Benítez fue fundamental para que Rivadavia le ganara con cierta angustia a Unidos en un partido que se jugó bajo una altísima temperatura.
Keke fue el autor del segundo gol pero además, ubicado como un 9 tirado más bien sobre la derecha, fue un peligro permanente para los zagueros con sus piques profundos y electrizantes.
Benítez es un chico formado en las inferiores del club de la avenida Vieytes a quien el entrenador Maximiliano Sánchez conoce profundamente y por eso tiene gran confianza en sus condiciones de atacante inquieto, atrevido, hábil y veloz que es una nueva esperanza ya no solamente de Rivadavia sino de todo el fútbol de la Liga Deportiva que sigue generando muy buenos valores jóvenes.
Kevin había ingresado unos cuentos minutos ante Capilla, en una cancha muy complicada y dejó una imagen interesante como para seguir muy de cerca y frente a Unidos confirmó esa buena impresión con una actuación para el elogio pleno.