El concejal de Juntos, Marcelo Pereyra, habló con Días de Areco sobre el informe de evaluación ambiental preliminar que presentó la Universidad Nacional de San Antonio de Areco sobre la obra de ampliación del edificio del hospital Emilio Zerboni.
Durante la entrevista, Pereyra señaló que el saldo de dicho informe es positivo y que la UNSADA recomienda mejorar los desagües pluviales que rodean el actual edificio del hospital.
¿Qué plantea el informe que presentó la Universidad Nacional de San Antonio de Areco sobre el impacto ambiental de la obra de ampliación del hospital Emilio Zerboni?
“Para contextualizar el tema, un estudio de impacto ambiental tiende a generar la identificación de problemáticas y las medidas de mitigación. Muchas veces se piensa que un estudio de impacto ambiental condiciona por sí o por no, pero en realidad casi nunca dice sí o no. Lo que analiza es el impacto que toda actividad humana provoca en el ambiente y lo que hace es identificar cuáles son esos impactos y a partir de allí establecer medidas de mitigación. Además tiene una mirada global y entra a considerar los impactos sociales, económicos, de todo tipo”.
Está bien la aclaración, pero ¿qué plantea la UNSADA?
“En principio dice que generar condiciones sanitarias acordes a las necesidades de la población de acuerdo a la era en que vivimos genera un impacto muy positivo. Desde este punto de vista esta ampliación del hospital Emilio Zerboni es fuerte y ampliamente valorada. Pero el estudio también identifica algunas cuestiones que básicamente dicen que los mayores impactos de esta obra se dan en el momento de la construcción. Debido a todo el movimiento que genera debe tener previsiones con el tránsito, con el traslado de materiales y en la convivencia con el resto del servicio de salud. Son todos aspectos que deben estar presentes cuando la obra se desarrolle”.
¿Qué dice con respecto al tema hidráulico?
“En relación a la preocupación hidráulica, esa manzana está por fuera del mapa hidrogeológico que se incorporó en el Código de Ordenamiento Territorial de 2016 que tuvo una impronta fuerte de actualización en incorporar como una novedad este plan de riesgo hidrogeológico. Igual sabemos que esa manzana donde está el hospital Emilio Zerboni se ve impactada en determinadas crecidas del rio o por lo menos esto pasa con sus calles aledañas porque felizmente en las dos o tres grandes inundaciones el agua no llegó aunque sí estuvo al límite. Además hay que considerar las obras hidráulicas en los puentes de ruta 41 y de ruta 8, que se acaba de adjudicar, el ensanche que falta hacer y las obras de río arriba que tienden a poder mitigar y ante una inundación bajar los niveles de agua. Ninguno de los estudios existentes dicen que no nos vamos al volver a inundar ni mucho menos, pero sí se trata de mitigar los efectos, que el agua escurra más rápido y que el impacto sea menor”.
¿Con respecto al tema inundaciones hizo alguna recomendación concreta?
“Aun así estamos hablando de una situación extrema, pero sí este estudio de la UNSADA, para este sector donde está el hospital, habla puntualmente de mejorar en el mantenimiento de desagües del entorno y menciona trabajos de mediciones y de abordaje de estos desagües pluviales que están alrededor del hospital. Estas son pautas y medidas de mitigación que parecen muy obvias pero la universidad las remarca y también plantea que se piensa construir en la misma manzana donde ya funciona el hospital, o sea que la obra no se plantea hacer en un espacio virgen o en un suelo donde nunca se generó nada lo que implicaría otro tipo de condiciones y de evaluaciones. Claramente el saldo de este informe es positivo”.