A partir del lunes y por varios días, el vecindario quedó sumergido en una tristeza profunda.
La muerte por suicidio de un jovencito de 17 años generó una angustia colectiva, que no decimos que fue única pero sí que coló tan hondo como hacía muchos años que no se veía.
Últimamente San Antonio de Areco está conmovido por una cadena traumática de muertes trágicas que dejan su huella en la memoria popular.
La juventud y el fútbol no son ajenos a esta dura realidad social y expresaron su pena y su conmoción con elocuentes demostraciones en sus redes sociales (que revolucionaron la comunicación porque cualquier propietario de un simple celular se convirtió en un poderoso productor y emisor de sentidos que circulan a gran velocidad y prácticamente sin límites) y el sábado a la tarde los muchachos de River Plate y San Patricio que integran la Categoría Sub 20 de sus clubes portaron banderas para rendirle un homenaje sincero a la memoria de Benjamín Monserrat y al mismo tiempo para ofrecerle un mensaje de valioso apoyo afectivo a su familia que quedó irremediablemente diezmada por el suceso.
También invitaron a participar de la emocionante y breve ceremonia a los pibes de Huracán, que fueron compañeros y amigos de Benjamín y que sienten la pérdida en carne propia.
Esa fotografía, la escena de ayer en la cancha de River Plate, con un puñado de jóvenes compartiendo el dolor sin ningún tipo de distinciones, no deja de ser una señal cargada de esperanza para el futuro aún en un momento tan difícil, complejo, delicado y lleno de incertidumbres como se avizora contemplando el horizonte.