La jugadora de River Plate, Paloma Caldera, conversó con Días de Areco sobre los cambios y el crecimiento que vive el fútbol femenino desde el verano 2022.
Caldera, que es muy inteligente para moverse dentro del campo de juego pero también para expresas sus ideas, dijo que es necesario que se escuche la voz de un fútbol femenino que cada vez tiene más integrantes al momento de organizar un campeonato.
¿Qué tan importante fue el Torneo de Verano de 2022 para darle impulso al fútbol femenino?
“Antes jugábamos en cancha chica y el año pasado pasamos a la cancha grande y además ir a la Fitte hizo que mucha gente se enterara que jugábamos al fútbol femenino y eso nos dio gran repercusión. El año pasado yo estaba operada de ligamentos, por eso en el Torneo de Verano estuve apoyando desde afuera, ayudando en la cantina porque todos los clubes tuvimos la oportunidad de juntar un poco de plata con la cantina y con las entradas. Ese Torneo de Verano fue un gran empuje para arrancar y para que la gente nos conociera”.
¿Cambiaron muchas cosas cuando pasaron a jugar a la cancha de 11?
“Sí, cambió un montón porque es otro tipo de juego, con espacios mucho más grandes y da la oportunidad para que puedan jugar más chicas. Tuvimos que cambiar la manera de pensar con el cambio de cancha”.
¿Creció mucho el interés por el fútbol femenino a partir del año pasado?
“Yo te puedo hablar con respecto a River Plate. Yo tengo nenas desde los cinco años y en el plantel de Primera también es muy amplio el abanico de edades. Quizá muchas de esas chicas nunca habían jugado a la pelota pero cuando vieron que se empezó a fomentar el fútbol femenino se animaron y se dieron cuenta que les gustaba. Pero también pasó que hubo chicas que jugaban desde siempre pero que nunca habían tenido la oportunidad de jugar en ningún club. Creo que ahí está la explicación de porqué hay tantas jugadoras”.
¿Los clubes también están trabajando con las infantiles?
“Yo estoy trabajando con las infantiles de River Plate desde el año pasado. Arrancamos junto a Clara De Maria con 12 chicas pero le fuimos dando más propaganda para invitar a que se animen y terminamos con cerca de 45 jugadoras, al punto que a mitad de año las tuvimos que dividir en dos categorías porque en la cancha chica nos quedaban muchas sin poder jugar. En este 2023 unas cuantas ya subieron a la Sub 17 y eso nos da fuerzas para seguir trabajando en el proyecto”.
¿El fútbol femenino tiene apoyo del club?
“Sí, tenemos un apoyo muy grande del club. Siempre hay alguien que nos acompaña. Tenemos a Cristián Flores que es el preparador físico de la Primera y colabora en la Sub 17 y está Carolina Rivarola que es muy importante para nosotras. Ella es la mujer que necesitamos porque en cada cuerpo técnico se necesita una mujer, como persona de confianza, sobre todo en Sub 17 y en infantiles. La comisión nos apoya en todo también”.
Ahora Gisele Alza, la capitana de Primera, se hizo cargo de entrenar la Sub 17…
“Sí, por suerte Gisele se hizo cargo de la Sub 17 y las chicas están súper contentas porque las dirige una mujer y pueden hablar de lo que les pasa con otra confianza. Alberto Casucelli y Luis Páez también hicieron un gran trabajo con las chicas”.
¿Hay muchas diferencias entre el futbol de hombres y de mujeres?
“Sí, completamente, ya sea desde el juego como desde otros puntos de vista. No me gusta que se diga que el fútbol femenino es tranquilo, recreativo, sino que es un juego diferente, de otro tipo y no solo por el género. Me gustaría que no dependiéramos de lo que pasa en el masculino, que no nos cambien de fechas y de horarios porque la prioridad la tienen los hombres. Son cosas que hay que cambiar, no solo en el fútbol sino también en la sociedad que le vaya dando su lugar al fútbol femenino. Es el momento de que nos den un lugar porque muchas veces no nos sentimos escuchadas. No queremos organizar el torneo pero sí que podamos dar nuestra opinión con respecto a la Liga, a los días de juego, a los horarios. Queremos tener un poco más de voz”.