¿Qué pasa con la ludopatía y las apuestas entre los jóvenes? El psiquiatra y especialista en salud pública Luis Giménez analizó la situación y los desafíos que atraviesa nuestra sociedad en materia de salud mental.
“La realidad del país es cada vez es más difícil, más compleja y más enfermante, y ante esto, creo que se puede decir sin temor a equivocarnos que la salud mental es como una brújula que nos va mostrando hacia dónde va la sociedad”, aseguró. “Siguen aumentando los trastornos de ansiedad, los trastornos depresivos, las adicciones y el tema de la ludopatía, que ha aumentado de forma exponencial en la juventud con todos los trastornos que esto trae. La ludopatía no se puede analizar solamente como un problema de adicción, sino que es mucho más complejo”.
¿Cómo se vincula el tema de la ludopatía con la juventud?
“Tiene que ver con qué le está pasando a la juventud hoy, cuál es su falta de futuro, la incertidumbre permanente en la que vive y cómo la ludopatía está muy facilitada y hasta estimulada desde, por ejemplo, ese mundo virtual en el cual los jóvenes están muy inmersos. Entonces aparece este fenómeno relativamente nuevo que es el tema de los influencers y justamente la influencia que tienen sobre chicos y chicas que están muy frágiles, muy vulnerables por esta situación laboral, social e institucional y además, la aparición de casinos virtuales que son promovidos por empresas de mucho poder económico. Entonces, estos jóvenes vulnerables que están en medio de un desamparo social y también muchas veces, (porque lo comprobamos en la clínica en nuestro trabajo profesional) en medio de un desamparo familiar, están en un permanente contacto con este mundo virtual donde aparecen los influencers, los casinos virtuales y es muy fácil con un clic ponerse a jugar, donde además el factor económico y la necesidad pesan muchísimo. Entonces es relativamente fácil empezar a jugar, pero las consecuencias son graves”.
¿Qué pasa a nivel institucional y de gobierno ante todo esto?
“Lamentablemente lo que estamos viendo a nivel de los responsables de los destinos del país es que estamos siendo un país gobernado por gente jugadora y que a su vez estimula el juego y es un combo bastante dramático. Entonces, ¿cómo no vamos a entender que haya chicos que tengan este tipo de conducta con las consecuencias tanto a nivel individual como familiar que esto genera? Familias donde aparecen grandes conflictos intrafamiliares por las conductas de estos adolescentes que son víctimas.
¿Qué otros factores incluyen en este panorama tan complejo para la juventud?
“Yo plantearía dos condiciones que nos preocupan mucho a nivel social, ya saliendo de la cuestión familiar. Una es el estado de aturdimiento social: la gente está aturdida, anestesiada, desorientada, no sabe qué va a pasar acá, tanto a nivel de la economía como a nivel político institucional. Estamos viendo el colapso de instituciones de la república muy importantes y que han sido hasta hace un año y medio el marco legal y normativo en el cual la democracia se desarrollaba. Eso ahora está en decadencia y hace que la gente no pueda llegar a comprender lo que está sucediendo. Hay un déficit cognitivo, de pensamiento, de comprensión. No sabemos bien qué está pasando y hacia dónde vamos. Y una segunda condición tiene que ver con que a nivel social hay lo que llamamos en psiquiatría un repliegue hacia un yo narcisista donde ya la relación con los demás, con el prójimo, va siendo más y más débil. La distancia entre el yo y el nosotros se va agrandando enormemente”.
¿Por qué es tan preocupante esto?
“Esto es muy preocupante porque si unimos lo que hablábamos previamente, las patologías individuales más el contexto social, más una sociedad y una estructura institucional que se van debilitando rápidamente, se crean condiciones como para que el sufrimiento en salud mental y las patologías aumenten muchísimo. Pero además se produce algo que lo veíamos solamente en patologías de salud mental en cuadros graves, que es una percepción de la realidad alterada porque el aturdimiento social y el repliegue narcisista hacen que pierda contacto con la realidad y que mi lectura de esta sea diferente. Ya no tengo los referentes que tenía antes. Es como un paciente que va entrando en un estado depresivo muy importante o en un estado de demencia donde ya no puede reconocer adecuadamente lo que pasa a su alrededor o lo que él entiende que pasa a su alrededor lo hace de una manera muy paranoica, muy persecutoria. Esta es otra de las consecuencias, la distorsión de la percepción de la realidad que actúa muy desfavorablemente sobre la juventud”.
¿Qué consecuencias va a dejar todo esto?
“Estamos ante una realidad muy fea donde las consecuencias ya se están viendo, pero se van a prolongar en el tiempo porque esos jóvenes que entran en la ludopatía o en el mayor consumo de sustancias o de drogas van a tener más depresiones y un cerebro menos desarrollado por malnutrición y falta de nutrientes en la niñez. Esto nos muestra que vamos a tener una generación diezmada porque además se están recortando los recursos en salud y en salud mental y se están cerrando organismos del Ministerio de Salud. Entonces, ante esta realidad y este recorte de programas de salud que son prioritarios, volvemos a la pregunta de hacia qué sociedad vamos”.