Rosalina Cardozo es docente jubilada y militante de los derechos humanos. Su esposo, Luis María Roberto, es uno de los arequeros que fue víctima del Terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar.
Roberto fue detenido y asesinado en abril de 1976 cuando tenía solo 34 años y dos hijos pequeños.
En esta charla con Días de Areco en un nuevo Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, Rosalina recuerda a su esposo y enfatiza la importancia de la fecha.
¿Qué siente cada nuevo 24 de marzo?
“Es muy emotivo para mí porque son muchas historias que se reencuentran. El año pasado había trabajado mucho con los chicos y sus centros de estudiantes en las aulas. Es importante que ellos se informen porque hay que fortalecer las instituciones. Yo creo que hoy más que nunca, con todo lo que estamos pasando, tenemos que fortalecer las instituciones y colaborar para tener un país mejor. Los chicos tienen que tener conciencia de eso y creo que mantener estas fechas es importante. El 24 de marzo de 1976 empezó una historia muy oscura para todo el país y los que lo hemos vivido lo tenemos muy a flor de piel todavía, pero los chicos, los jóvenes, solamente pueden informarse a través de sus profesores y de la escuela. Por eso es importante fortalecer las instituciones, crear ciudadanía con los chicos”.
¿Por qué recordar el 24 de marzo?
“No es un recordatorio sin sentido, es un recordatorio simplemente para forjar un país más justo y recordar a los que de alguna manera colaboraron o quedaron en el camino luchando por eso. Eso es importante, además en una localidad tan nuestra que tiene cinco vecinos desaparecidos más cuatro asesinados, los curas palotinos, en el mismo marco de la represión, así que en realidad tenemos nueve desaparecidos y asesinados vinculados a Areco. Me parece importante tener en cuenta eso y que los chicos tengan una referencia. No es solamente un recuerdo de lo que pasó hace un montón de años, sino porque esto se puede repetir si la gente no genera conciencia, no defiende los derechos, no defiende sus instituciones, no defiende las cosas que tiene que defender, que hacen que la gente tenga mejor calidad de vida”.
La hemos visto los últimos años participando en los actos oficiales del 24 en Areco, con la foto de Luis María…
“A mí me pone muy triste todo. Primero el 24 de marzo y después el 23 de abril, que es el día en que desaparecen y después me entero que lo asesinaron a Luis María. También el 2 de abril, que sería su cumpleaños. Recuerdo que mi suegro mandaba cartas a todos lados, después cuando fue los de Malvinas, pues son muchas cosas, ¿viste? Son fechas muy significativas, a mí me emociona”.
Toda su familia es muy activa en la defensa de los derechos humanos y de memoria, verdad y justicia.
“Sí, me acompañan mis hijos y además tengo muchos nietos. Por suerte hay uno que se llama Luis María también, el único varón, y ahora va a ingresar a económicas. El otro día le decía si sabía que hay un patio de la memoria en la facultad de Ciencias Económicas y ahí está una placa con el nombre de su abuelo, que es también el de él. Hemos hablado mucho todos estos años, porque ellos no lo conocieron a Luis, tampoco mi hija lo recuerda y esas cosas te marcan para siempre. No es rencor, no es odio, simplemente es decir que nosotros no pudimos vivir una vida normal, haber criado en familia a los chicos, tener vacaciones juntos, compartir estos espacios que son irrepetibles. Por eso espero que los chicos lo tengan en cuenta”.
¿Por qué decidió este año quedarse en Areco en vez de ir a la marcha en Capital?
“A mí me ayudó mucho tener los hijos pequeños y querer ser testimonio de lo que hemos vivido todos. Hay tantas historias que voy recopilando a través del tiempo… Este año me voy a quedar en el acto en Areco, porque me parece que es necesario. Primero, porque me hubiera gustado estar toda la semana haciendo actividades, pero ante toda esta situación que tenemos, de las inundaciones, toda la gente que está tan mal por las carencias y las necesidades, no se pudo. Además me parece que soy un testimonio, diríamos, de lo que hemos vivido y a él, como un vecino y un hijo más de Areco, es necesario recordarlo de esa manera. Aparte me parece que hay que mantener la fecha, me parece importante pelear por eso y por eso es tan importante estar acá, estar en la plaza y en todas las plazas de todos los pueblos. Lo importante es recordar y es desde las escuelas, como instituciones libres, que debemos hacerlo. No es para adoctrinar, simplemente es para decir ‘esto pasó en nuestro país’. No hay que cerrarse, hay que informarse como corresponde y fortalecer la escuela pública, fortalecer las instituciones, para que esto no se repita”.