Paula Suárez definió como un modus operandi común de la gestión de Francisco Ratto dejar caer las licitaciones y luego pedir autorización al Concejo Deliberante para hacer compras o contrataciones de manera directa.
En una entrevista con Días de Areco, la concejal del Frente de Todos dijo que este procedimiento es habitual para la compra de ropa, maquinarias y para la adjudicación de obras públicas donde se pierde el valor de una licitación porque no hay compulsa de precios entre varios oferentes.
Suarez atribuyó esto a una desidia de parte del gobierno municipal.
¿Qué ocurre que se caen todas las licitaciones que hace el gobierno municipal por falta de oferentes?
“Durante todo el año pasado vimos en el Concejo Deliberante lo que podemos llamar como un modus operandi del gobierno de Francisco Ratto. Es lo que podemos definir como el modo de acción del Ejecutivo municipal que es dejar que se caiga el procedimiento de la licitación pública o privada sin que tengan oferentes. Entonces esas licitaciones dejan de ser un proceso de compra donde se puede ver una compulsa de precios entre distintos proveedores que hacen sus ofertas. Lo vimos en la última sesión extraordinaria cuando dos licitaciones se cayeron y tuvieron que recurrir al Concejo, de acuerdo a lo que determina la Ley Orgánica de la Municipalidades como última instancia porque no tienen ofertas entre las que elegir y eso le permite al Intendente hacer una compra directa”.
¿Este es un procedimiento habitual pero es el que corresponde?
“Este mecanismo puede ser legal pero no es el modo de operación correcto para que el Municipio haga la mejor compra y al mejor precio. Pero también vemos que las licitaciones se caen porque pretenden comprar una maquinaria, por ejemplo, pero a los posibles oferentes se les avisa solo con siete días de anticipación. Le piden a una empresa de Córdoba que compre el pliego, que haga un presupuesto y que envíe una respuesta en una semana pero no le da el tiempo para ese trámite. Lo que corresponde es hacer las cosas con tiempo para que el proveedor pueda ofrecer y que muchas empresas tengan la posibilidad de hacer sus ofertas. Eso es transparencia”.
¿Por qué tiene que intervenir el Concejo Deliberante?
“Porque cuando se cae un proceso de licitación porque no hay oferentes que cumplan con los requisitos, el trámite pasa al Concejo Deliberante para que autorice al Municipio a comprar esos bienes de manera directa. Ahí es donde vemos que un proceso de compra que tuvo el primer llamado a licitación en junio, otro en agosto, pero que recién ahora, principios de febrero, va con carácter de urgente al Concejo Deliberante para que lo trate en 48 horas. Además con un presupuesto de junio cuando todos sabemos que después de seis meses las cosas tienen otro valor. Por eso desde el Frente de Todos manifestamos nuestro desacuerdo y votamos que no porque no sabíamos a quién se le va a comprar ni cuánto se va a pagar”.
¿Por qué dice que este es un modo de proceder habitual del gobierno de Francisco Ratto?
“Esta no es la primera vez que ocurre una situación así. En mayo tratamos la obra de las calles de Duggan porque tampoco se presentó ninguna empresa a la licitación y entonces asignaron los trabajos directamente con la aprobación de su bloque de Concejales. Lo mismo pasó con la compra de un tractor para Duggan. Es allí donde vemos que la realidad es un dejar caer el proceso licitatorio para hacer compras de manera directa porque no puede ser que nunca se presente ninguna empresa. Si miramos el Boletín Oficial vamos a ver que lo mismo pasó con la compra de ropa para los trabajadores municipales porque la licitación también quedó desierta. ¿Puede ser que todo quede desierto? Compra de máquinas, de ropa, obras. Se ve claramente que hay desidia por parte del gobierno Municipal”.
¿Qué otra consecuencia tiene esa situación?
“Otro aspecto constante es que el gobierno va trasladando los compromisos presupuestarios de un año a otro. Las compras de estas maquinarias eran de junio de 2022 pero se compran con recursos del presupuesto de 2023. Lo mismo ocurre con las obras que tenían proyectadas para 2022 pero que no se ejecutaron, no gastaron el dinero y las trasladan para este año. Así hicieron en 2020 y 2021 donde tampoco se ejecutaron las obras previstas en el presupuesto. Esto es una clara falta de gestión y el vecino va perdiendo calidad de vida porque hace tres años que está esperando que se hagan obras que no fueron ejecutadas en todo 2021 ni en 2022. Los barrios están postergados pero el centro de la ciudad también porque en el barrio Arquitectura, en la zona del Polideportivo, en la costanera el pasto está 30 o 40 cm alto. En pleno verano no se pueden tener los espacios verdes en estas condiciones y estoy hablando de lo mínimo que se puede pedir. Lamentablemente es así pero la gente necesita de una buena gestión que se vea en el día a día”.