Por Rodrigo Reina.
Músico, cantante, compositor, profe de música y artista. Recién llega de trabajar, prepara el mate y se pone a merendar. Cuenta su día, se nota en su mirada que está cansado, hoy cavó pozos y trabajo arduamente, pero su simpatía siempre puede más.
¿Alguien te conoce como Yamil o te llaman así? ¿De dónde viene tu apodo?
“Mi viejo por momentos. En un grupo al que voy me llaman así, dicen que tengo que aprender a salir el personaje. Chapu es una persona artística y Yamil es más el “yo” que queda entre las cuatro paredes de mi casa. El apodo viene de chiquito, porque me comparaban con Chapulín Cardetti. Poca gente me llama por mi nombre, pero se está dando más que la gente diga ‘Hola Yamil’”
¿Cómo comenzó tu incursión en la música? ¿De dónde viene ese gusto?
“Mamá era locutora, siempre escuchó rock, Charly o Fito Páez. Recuerdo de ir a lo de mi tío, tenía un minicomponente y escuchar Queen, Madonna, Michael Jackson y La Bersuit. Papá nos cantaba con la guitarra, él escucha mucho folclore. Había mucha música”.
¿Tu primer instrumento? ¿Cómo llegaste al piano?
“El piano. Mi hermano tenía una banda, se olvidaron el teclado y empecé a tocar. Es un método rústico, cavernícola. Entendí cómo era la posición de los acordes, me di cuenta que sonaban. Después me enteré que es visualmente el instrumento más fácil de tocar, no es que tenés que andar calculando por cejilla o semitono, está explicado visualmente”
Aprendiste con Adrián Lucci, músico de folclore y música clásica. También con Miguel De Ipola «Chucky», tecladista de Los Piojos, ¿Podrías contarnos tus experiencias?
“Adrián fue más técnico e institucional. Entendí que el músico puede estudiar toda la vida. Chucky, me enseñó a tener confianza en la “flashada”, valoro mucho la gente que muestra lo que hace. La música no tiene que ver con la complejidad, si no con lo que transmite, podés hacer una canción con dos acordes y no tiene por qué estar bien hecha, sino que tiene que transmitir algo”.
Estuviste en grupos con distintos géneros ¿Cuál es tu género musical definido?
“Empecé tocando rock, después cumbia. Luego a tocar canciones mías que no me identificaban en la cumbia y el rock. Tuve esa mezcolanza, de niñez, que me terminó convirtiendo en un poli-amor de la música en general”.
¿En qué te inspiras para escribir tus canciones?
“No tengo un método, me inspira todo. Cuando tengo ansiedad, busco inspiración, es un salvavidas para amortizar, quizás, lo feo del mundo, intento de transformarlo. Creo que todos los artistas buscan transformar el mundo. Así terminé haciendo una canción a mi hermana, a mi perro, de contenido social, a las adicciones, al amor, a mujeres. Por momentos me pongo en primera persona, en otros en una persona pseudo-omnisciente y otras situaciones en tercera persona”.
¿Cómo te organizas para componer, ensayar, trabajar y tu vida privada?
“Estos últimos días no tengo tiempo de tocar, pero me hago un espacio para tocar, es un momento de soledad. Introspección, ermitaña por momentos. Hago canciones desde la alegría, el dolor, la tristeza, la armonía, la paz, la guerra, el odio o la vergüenza, no es un solo canal”.
Uno de tus mayores éxitos a nivel reconocimiento, es La Biga Alada. ¿Cómo nace el grupo?
“Primero éramos cinco, empezamos a sumar y la rockeamos. La carrera musical tiene un montón de brazos, un montón de ramas, esto de querer hacer la música de uno es un camino de guerrero y yo quiero seguir guerreando”.
La banda hizo shows en Makena Club o Araoz. ¿Cuál fue tu show más importante?
“Hace poco, tocamos acá en San Andrés de Gilles, en el Konex, La Trastienda, Uniclub, Marquee, Makena. Teloneamos a La Delio Valdez, a Nonpalidece y estuvimos en “Perro en la Calle”. Disfruté todos a todos los shows, es un momento de conexión entre todos, el público de La Biga (Alada) toca junto con nosotros”.
En 2018 sale «Por algún Lio (La cumbia de Messi)», ajeno a su género, ¿De dónde viene esto?
“Somos cumbieros también. La canción habla de amor y de ¡qué atrevido bardear a Messi! Debe ser de los argentinos más perfectos que existió, como Maradona. Es muy importante hacer noble el oficio de periodista, porque podés crear controversia en la gente que genera amor, hay gente como Messi que genera mucho amor. El buen periodista también genera amor. La buena persona siempre genera amor.
La banda está en un impasse, ¿Qué proyectos tenés?
“Estoy grabando como solista, es un momento de introspección, buscar serenidad, calma, paz. Lo estoy grabando en Master of Puppets. Grabé tres canciones. Planeo armar una banda, empieza con Chapu Morales, pero no sé en qué contexto. Que la gente que esté atenta, a ETER, a tu viejo, al barrio, todos. No me importa de dónde vengas, porque es un mensaje con mucho amor, mucho cariño, poniendo el 100% de mi alma, de mi cuerpo y algún resultado tiene que haber.
¿Dónde te ves de acá a 10 o 15 años?
“Amándome, es lo único que quiero hacer hoy, no puedo mirar más, vivo solo por hoy. De acá a 10 o 15 años, ojalá si estoy, que sea queriéndome para poder querer bien a los demás y tener un amor responsable.”.
Hoy me dijiste que a veces soy Yamil o Chapu. ¿Quién sos ahora?
“Yamil, vengo de mulear, es la realidad que la vivo con alegría, por más que haya ganas llorar, por momentos. En el escenario soy más Chapu. Es mi cuota de amor para el mundo. Antes, quizás, era todo el tiempo Chapu. Hoy en día me siento mucho tiempo yo. Es un garrón por momentos, porque no me gusta todo el tiempo, a mí me encantaría tener esa vida de tocar todos los días, pero no es así y lo acepto”.
Del Barrio Prado, salieron muchos músicos locales. ¿Qué opinas de eso?
“Es una fortuna, no solo del barrio, si no de Areco. Creo que falta un impulso municipal, hay una ausencia cultural tremenda. El que canta otro género que no tenga que ver con folclore y tango, no tiene espacio para nada. Hay que escuchar todo género, al idioma argentino en todo caso, porque tradición es todo y una de las palabras que asocio con tradición, es el respeto”.
¿Qué le dirías a una persona toca y canta, pero no se anima a mostrarse?
“Si la abuela o la madre, lo va a ir a ver. Si no, seguí igual, sin bronca y sin odio, hay un montón de cosas hermosas en el arte. Si tenés canciones, no las dejes en tu casa, tráelas para compartir y que aprenda a convivir con la frustración, que decirlo en voz alta ayuda a que pase, hay que darle bola a la salud mental, la frustración son ratitos y la podés cambiae”.
¿Qué le dirías al Chapu de hace 20 años?
“No cometería errores que me hicieron tropezar y que se han vuelto un problema, me quedo con lo lindo de la infancia, caminar las calles, pedir facturas, jugar a la pelota, la gomera. Los chicos tienen que ser felices
Si tuvieras que ponerle un título a la entrevista, ¿cuál sería?
“Futuro fracaso del éxito de mi corazón”.