El abogado Denis Turner, interventor de la Fundación Molina Campos, habló con Días de Areco sobre la recuperación de 132 cuadros que componen la obra del mencionado autor que habían sido trasladados a San Antonio de Areco.
A lo largo de la entrevista, Turner comentó la actitud reticente del Municipio para devolver las obras (unas 125 que estaban bajo la guarda del Museo Ricardo Güiraldes), en lo que calificó como una determinación política de dilatación para que pasara el tiempo.
Finalmente, señaló el interventor, la Municipalidad entregó las obras el pasado 3 de mayo y pasaron a manos de especialistas de la provincia de Buenos Aires para que verifiquen su estado de conservación y comparen el inventario actual con registros históricos de la fundación para comprobar si es que existen faltantes.
¿Por qué fue intervenida la Fundación Molina Campos por Inspección General de Justicia?
“Ya el año pasado estuve comentando cómo surgió este tema y los motivos que derivaron en la intervención de la Fundación Molina Campos, que fueron algunas irregularidades en el plano legal y contable. Principalmente la intervención se basó en que no había un inventario de bienes, sobre todo de las obras pictóricas, cosa que es muy grave porque el objeto de esta fundación es reunir la mayor cantidad posible de la obra del autor, exhibirla para que su acceso esté dentro de la cultura popular. En ese marco, todo el proceso se hizo largo porque las autoridades depuestas apelaron la intervención de la Inspección General de Justicia y con eso consiguieron ganar un poco de tiempo pero después recapacitaron y comenzaron a entregar los libros y otra documentación y comentaron donde estaban los cuadros que faltaban del museo de Moreno”.
¿Con que situación se encontró usted como interventor?
“Nos encontramos que los cuadros de Molina Campos habían sido trasladados a San Antonio de Areco porque el motivo era trasladar también la fundación a esta ciudad. Eso quedó muy claro. Vimos que había muchos objetos depositados en un local pero muy descuidados, en cajas de vino, y en cajones de manzana por ejemplo. Eso fue lo primero que pudimos recuperar: fotografías originales, cuentos originales, que inclusive están en manuscrito, pipas, sombreros. Con mucho trabajo pudimos hacer un inventario de forma precaria y los llevamos otra vez a Moreno”.
¿Dónde estaban los cuadros de Molina Campos?
“Los cuadros de Molina Campos, 132 en total, estaban parte en la UNSADA y la mayoría en el Museo Ricardo Güiraldes. La Municipalidad había firmado un convenio con las autoridades depuestas de la fundación unos días antes de declarada la intervención por la IGJ y se trasladaron 125 obras. Quiero destacar la buena predisposición del Rectorado de la universidad pero en cambio la Municipalidad fue bastante reticente utilizando una técnica de dilatación para que el tiempo transcurra en una clara determinación política. Pero finalmente logramos recuperar los cuadros tras hacer un inventario con la presencia de un escribano público para que también fueran asegurados para su traslado. Recordemos que las obras de Molina Campos forman parte del patrimonio cultural de la Nación”.
¿Cómo se resolvió la situación con la Municipalidad de San Antonio de Areco?
“Tras severas advertencias, el Municipio entregó las obras el 3 de mayo luego de disolver el convenio que tenía con la fundación. Ahora la obra está a disposición de la provincia de Buenos Aires que va a hacer un trabajo específico para comprobar el estado de conservación y también para poder cotejarlas con los inventarios anteriores para ver si existen faltantes, lo que sería un hecho muy grave”.
¿Qué paso con el Museo Molina Campos de la localidad de Moreno?
“Sobre ese museo estamos trabajando en un convenio con la Municipalidad de Moreno para su restauración. Estamos en una etapa de planificación para después ponerlo a funcionar. Recuerden que uno de los motivos de la intervención de la IGJ fue que los vecinos de Moreno se encontraron con un cartel de venta del edificio del museo. Ese hecho fue lo que movilizó a la sociedad y al Municipio para hacer las denuncias correspondientes porque no estaban los cuadros y el edificio del museo se puso a la venta”.