Nahuel Pallitto, miembro de la Asamblea Socioambiental, le comentó a Días de Areco que de acuerdo a la información oficial que disponen, el Municipio solo dispone avisos de fumigación para el 1% de la superficie fumigada en San Antonio de Areco.
El investigador del CONICET señaló que la administración de Francisco Ratto tampoco cumple con lo estipulado en la ordenanza de 2014 en lo referido a la categorización de los agroquímicos que se aplican fuera de las zonas de exclusión fijadas por la norma local.
¿Qué informes le pidieron al municipio con respecto a la aplicación de agroquímicos?
“Después de la fumigación que aconteció en Duggan, que afectó a vecinos y vecinas, realizamos un pedido de acceso a la información pública con una presentación formal ante el Municipio. Entre ello solicitamos que se hicieran públicos los permisos de fumigación, que se llaman formularios de intención de aplicación. Esto está indicado en la ordenanza de 2014 que regula las fumigaciones y establece que toda fumigación que se realice en el partido de San Antonio de Areco debe ser avisada con 24 horas de antelación. En esos formularios debe aparecer mucha información sobre quién solicita este permiso, quién va a ser el aplicador, quién es el profesional responsable matriculado que acompaña, qué se va a tirar, en qué dosis, entre otras cuestiones”.
¿Qué información oficial recibieron?
“La semana pasada recibimos la respuesta de la Municipalidad, con un expediente con unas 50 y pico de hojas que contenían los formularios de aplicación del último año. En resumen, vimos que durante el último año el Municipio tiene solo 15 formularios entregados que corresponden a cuatro empresas o particulares, de cinco explotaciones agropecuarias diferentes que avisan que van a echar determinados agroquímicos en el ambiente, 17 productos distintos en total. Llegamos a la conclusión que el aviso comprende a 375 hectáreas que equivalen a menos de 1% del territorio fumigado en San Antonio de Areco donde según el último censo agropecuario solo para soja se fumigan unas 35 mil hectáreas”.
¿Qué conclusión sacan con estos datos en la mano?
“Esto muestra que si bien tenemos una ordenanza que dice que el aviso de fumigación y la fiscalización de aplicación son obligatorios, estos controles no se están cumpliendo y que lo que sucedió en Duggan, que afectó a los vecinos, ocurre a lo ancho y a lo largo de todo el territorio de San Antonio de Areco. Estamos viendo con esto que no solo fue el episodio de Duggan del 1° de septiembre sino que es algo que sucede cotidiana y repetidamente. Tenemos la información oficial, la asamblea la hizo pública y la seguimos analizando”.
¿Qué dice la documentación oficial del Municipio sobre los productos que se aplican?
“La ordenanza de 2014 estipula que los agroquímicos se clasifican de acuerdo a su toxicidad y a los productos se les asignan distintos colores en función de si son más o menos tóxicos. Esa misma norma determina que hay una zona de exclusión de 100 metros de las zonas urbanas y de colegios donde no se puede fumigar y otra franja de 1000 metros donde solo se pueden aplicar productos clasificados como 3 o 4 que según SENASA que son los de menos toxicidad. Pero en estos formularios de intención que nos entregó el Municipio encontramos que se están tirando en esas zonas agroquímicos prohibidos por la ordenanza porque son de clasificación 2 por ejemplo. Incluso avisan que van a aplicar algo que no está permitido. Por lo tanto no hay control y se avisa que se va a echar algo que está prohibido por la misma ordenanza y se hace de la todas maneras”.
¿Qué pasos van a seguir ahora desde la Asamblea Socioambiental?
“Queremos seguir trabajando para darle mayor visibilidad a todas las consecuencias y a las implicancias que tiene esto. Nosotros pensamos que se trata de un modelo de producción que se debe cambiar porque los daños no se pueden controlar desde lo administrativo ni siquiera con inspectores porque estos productos tienen deriva, permanecen en el ambiente, se juntan con otros agroquímicos por lo tanto el riesgo sigue igual”.
Es un disparate lo que hacen . Cada persona que acepta eso condena a sus hijos nietos y bisnietos a contraer cáncer a futuro. No se puede ser tan asesinos