El zaguero Nicanor Basavilbaso conversó con Días de Areco sobre la reciente consagración de San Patricio como campeón del Torneo Clausura 2023.
Durante la entrevista, el capitán verde amarillo dijo que la campaña fue de menor a mayor, que le gustan las definiciones mano a mano y que las hinchadas generan un lindo clima y le dan otro marco al estadio Enrique Fitte.
¿San Patricio tiene una identidad deportiva e institucional bien definida?
“Sí, buscamos una forma de trabajar, de jugar al fútbol y sobre todo de sentir la camiseta. No sé pero eso tiene algo especial porque a mí me pasa que cuando llega el domingo, me pongo la camiseta, salgo a la cancha y me trasformo. Eso se lo tratamos de trasmitir a los chicos del club, que cada vez que representen a San Patricio tengan una forma de jugar, que entiendan que a veces se puede ganar y otras no pero que hay que sentir orgullo de vestir esta camiseta. Claro que los resultados solo los buscamos en la Primera y tal vez en las categorías más grandes pero en los más chicos queremos que se diviertan y que se formen en una manera de jugar al fútbol. No buscamos resultados, sino trabajar bien y que el fin de semana pasen un buen momento”.
Ganaron merecidamente el Clausura después de un arranque de temporada muy flojo…
“Sí que fue así. Hay muchos factores que entran en juego pero la verdad es que no estuvimos bien. No estábamos a punto físicamente, nos faltaron varios jugadores grandes que saben absorber la presión porque yo creo que lo psicológico es muy importante en el fútbol. Nosotros estábamos acostumbrados a empezar perdiendo pero sabíamos que íbamos a dar vuelta el partido pero entramos en una mala racha que nos jugó en contra. Pienso que tuvimos un cambio cuando ya había arrancado este segundo campeonato porque también nos costó el arranque pero la cosa cambió cuando mejoramos físicamente, nos concentramos de manera individual y lo colectivo apareció. Fuimos de menor a mayor y el punto de partida fue cuando lo ganamos a Robles. Ahí cambiamos la cabeza y recuperamos la confianza porque no nos olvidamos de jugar al fútbol”.
Después jugaron muy bien contra San Antonio e Independiente…
«El triunfo ante Independiente pareció más simple de lo que fue por la manera en que salimos a jugar. No se olviden que Independiente había eliminado a San Carlos pero supimos que era la oportunidad ideal porque a nosotros nos gustan los cruces mano a mano. Esa tarde jugamos concentrados, dimos el primer golpe, nos hicimos fuertes con la pelota y tuvimos paciencia para aprovechar los espacios. Lo resolvimos rápido y tranquilos. Contra San Antonio, cuando ellos se pusieron 2 a 1 sufrimos un poquito más pero dejamos una buena imagen. Después los partidos con Rivadavia fueron finales y en las finales entran a pesar un sinfín de factores que en otras instancias no pesan porque las revoluciones están a mil, todos jugamos con todo, nadie quiere regalar nada, se corre mucho más, está la presión de cometer un error que se paga muy caro porque el campeonato se puede definir por un detalle mínimo pero las jugamos con muchas ganas y nos quedamos con los dos partidos”.
¿Se siente el aliento de la hinchada jugando en un estadio lleno de público?
“El año pasado jugamos la final contra San Carlos y los hinchas no pudieron llevar nada. Fue una lástima porque a nosotros el entorno nos motiva, nos gusta entrar a la cancha y escuchar que llegan los hinchas, que suenan los bombos. No habló solo de San Patricio, sino también de Rivadavia, de Huracán, de River Plate y de los otros equipos porque cambia totalmente el marco de la Fitte. Sabemos que son clubes con una rivalidad que viene desde hace tiempo y que la gente los acompaña mucho. En estas finales dejaron entrar los bombos, las banderas y no pasó otra cosa que las que pasan en el fútbol, terminó el partido y cada uno se fue a su club. Esto a los jugadores nos da una adrenalina, nos lleva a un clima que está muy bueno. Esa es la realidad”.