El capitán de River Plate, Luis Maggio, conversó con Días de Areco sobre la victoria agónica de su equipo en un clásico ante Rivadavia, que como en las mejores épocas de este duelo histórico, convocó a una verdadera multitud.
Maggio fue el autor del gol que le dio el triunfo al elenco de la Plaza Belgrano cuando solo faltaba un minuto para que terminara el cotejo y eso dio paso a la definición por penales.
Se nota que todavía les dura la alegría después del triunfo en el clásico…
“La del domingo pasado fue una gran alegría. Estamos muy contentos porque fue un partido vibrante, en realidad los dos clásicos fueron duros con un rival histórico como es Rivadavia y salimos victoriosos. Esto le dio una alegría inmensa a toda la familia de River Plate”.
Pero además de ganar de la forma que lo hicieron le pone un sabor extra, especial…
“Sí, fue algo maravilloso. Corrimos mucho, metimos hasta el último minuto porque nos quedábamos afuera y pudimos dar vuelta semejante partido. No sé cuánto hace que no le ganábamos a Rivadavia, creo que desde un partido del Torneo de 2013 cuando le ganamos 8 a 1. Esto lo hablamos en una cena que tuvimos con el plantel y no teníamos el recuerdo de la última vez que ganamos un clásico, por eso la alegría es más grande todavía. Pero ahora ya nos estamos concentrando en la continuidad del campeonato porque se nos viene San Carlos que es un adversario durísimo”.
¿Cómo fue el gol de la victoria?
“Estábamos presionando y buscando la victoria porque con el 2 a 2 no nos alcanzaba. En el entrenamiento habíamos practicado esa jugada pero yo estaba ahí por instinto y todo fue en un segundo. La verdad es que fue algo hermoso porque hasta ese momento Rivadavia se estaba defendiendo muy bien, haciendo una marca casi hombre a hombre y había que filtrar los pases entre líneas pero la realidad más cruda es que cuando hicimos el gol faltaba un minuto. Si esa última pelota no entraba o si concretaban alguna de las contra que ellos tuvieron, porque nosotros nos quedamos solamente con dos defensores, Rivadavia liquidaba la llave. Pero bueno, el fútbol es así, Santiago entró muy bien, hizo dos goles lo mismo que Máximo Griego, que estuvo motivado, con rebeldía y coronó la noche con el último penal. En la realidad fue una victoria del grupo que todavía estamos disfrutando”.
Además el clásico tuvo un marco popular increíble…
“Fue hermoso y son los partidos que uno quiere jugar porque el marco de público es motivador. Los dos clubes llevan mucha gente, con bombos, camisetas, trompetas, alegrías y tristezas pero siempre sin pasarse de lo deportivo para hacer una fiesta futbolística”.
¿Usted disfruta de manera especial estos clásicos?
“Sí, totalmente. Aparte se siente ya desde la noche anterior, en la previa con mariposas en la panza, con ansiedad, con nerviosísimo porque sabés que hay mucha gente en la cancha y escuchando por la radio”.
¿Qué edad tiene?
“El 3 de abril cumplí 39 años pero estoy bien, entrenando, yendo al gimnasio del club que abrió sus puertas para todos los jugadores. Además hicimos una pretemporada muy buena, vamos mejorando día a día y físicamente estamos bárbaro. También Luis Lanzone fue encontrando el equipo, la formación que cree que es la ideal porque pudo ir ubicando las piezas dentro de la cancha para ordenar el conjunto. Pienso que fuimos de menor a mayor y está instancia semifinal nos encuentra en nuestro mejor momento de rendimiento y eso es importantísimo a esta altura del año”.