El entrenador de básquet Federico Martellini conversó con Días de Areco sobre su experiencia reciente en Zárate Básquet, club con el que ascendió a la Liga Nacional y en Ecuador donde dirigió a la Liga de Loja.
Martellini, que acaba de regresar de Ecuador, espera una nueva oportunidad para volver a trabajar.
El básquet profesional es un deporte que te obliga a estar constantemente en movimiento…
“El básquet es un deporte que tiene una adrenalina, una dinámica y un ritmo de vida altísimos, muy intensos. La verdad es que para algunos puede ser algo muy loco pero yo estoy acostumbrado y me gusta, es más, creo que vivir de otra manera se me haría muy complicado”.
Formó parte del cuerpo técnico de Zárate que ganó el histórico ascenso a la Liga Nacional…
“Con Zárate competimos toda la vida con Tempestad, desde los infantiles en adelante. En esa liga siempre hablaban que la ciudad tenía que tener un equipo en la elite del básquet argentino pero nunca se podían poner de acuerdo porque hay una fuerte rivalidad entre los equipos locales. El objetivo era tener un equipo en la tercera categoría, imagínense lo que es ahora estar en Primera de la Liga Nacional. Es algo increíble lo que Zárate logró en esta temporada”.
Usted hizo su aporte en ese logro…
“Trabajé de asistente de Manuel Anglese. Fueron dos temporadas, la 2021-22 y la 2022-23 antes de irme a dirigir a Ecuador. En el primer año estuvimos en tercera, conseguimos el campeonato de la Conferencia Sur pero perdimos la final por el ascenso. En 2022 nos propusimos el objetivo de ascender y con el mismo plantel llegamos a la definición de la segunda y logramos el ascenso a la Liga Nacional. Manu Anglese tuvo un paso por Tempestad allá por 2011, ahí lo conocí y tuvo un crecimiento exponencial como entrenador”.
¿Cómo surgió la posibilidad de ir a Ecuador?
“La realidad es que ya haber trabajado en la segunda de la Liga Argentina me parecía increíble pero eso te abre muchas puertas. El tema es que alguien confíe en vos, te dé la oportunidad de hacer lo que sabés y cuando llegás a cierto nivel te empiezan a ver con distintos ojos. Eso fue lo que a mí me paso y por eso le agradezco eternamente a Manuel Anglese que me dio esa oportunidad. Yo hice todo lo posible por devolverle esa confianza y se me abrieron muchas puertas, entre ellas la opción de ir a Ecuador”.
Ecuador es una liga de reciente formación…
“Ecuador es una liga muy nueva, que está creciendo a pasos agigantados. Este es el segundo año que se juega con esta modalidad de Liga Básquet Pro, con la misma licencia que tiene el fútbol y la competencia es excelente, con muchos extranjeros, permiten hasta 5 por equipo y nacionalizados integrando los planteles”.
¿Cómo fue su paso por ahí?
“Fue una experiencia enorme y un paso con muchos matices porque arranqué la temporada como asistente pero como es un campeonato muy vertiginoso, de apenas 5 meses de extensión, con 10 clubes que cambiaron 7 entrenadores. Eso pasó en mi club, la Liga de Loja, y a mitad del torneo me hice cargo del equipo en una situación difícil, porque estaba fuera de los play off, pero lo pudimos revertir, clasificamos y luego perdimos en los cuartos de final. En Ecuador se vive muy fuerte el básquet, con una gran exigencia y la verdad es que me sentía preparado desde el manejo de grupo, desde lo técnico – táctico y me llevé la sorpresa de cómo viven el deporte, con enorme pasión. En ese panorama el entrenador y el jugador extranjero son descartables, si no rinden los echan, los cortan y dejan de cobrar”.
¿Le ofrecieron quedarse en Ecuador?
“Sí, me ofrecieron quedarme para trabajar en la escuelita, en la formación de jugadores, pero pasa que el que próximo campeonato de mayores recién empieza en mayo de 2024 y eso es mucho tiempo fuera de temporada con competencia. La relación con el club quedó abierta pensando en el futuro pero no es lo que estoy buscando por lo tanto prefiero esperar que surja otra opción para decidir lo mejor porque me llamaron de varios clubes de Argentina y de Sudamérica. También quiero descansar un poco porque la exigencia en Ecuador fue muy grande”.