La reconocida y talentosa actriz Fabiana Devereux conversó con Días de Areco sobre su larga trayectoria como docente de teatro sobre todo trabajando con adolescentes.
Durante la entrevista, Devereux comentó que hace 22 años que da clases y que el teatro ayuda a construir un canal de expresión pero también a descubrir talentos, potencialidades y pasiones en una etapa de la vida llena de efervescencia como es la adolescencia.
¿Cuánto tiempo hace que se dedica a la docencia, a enseñar teatro?
“Hace 22 años que estoy trabajando en esto. Ser docente es algo a lo que me llevó la vida porque nunca me hubiera imaginado que iba a dar clases, pero un día me encontré en este lugar y es un trabajo muy lindo. Yo siempre digo que mi vocación es de actriz pero vivo agradeciendo a la docencia porque es algo muy hermoso cuando ves que personas que estudiaron con vos siguen por ese camino. Por ejemplo hay un muchacho que tuve en la Escuela Técnica en primer año que está haciendo el ingreso para entrar a la Universidad del Arte Argentino, la UNA y es algo que no puedo creer porque cuando alguien va a las clases del Guerrico es porque quiere ir pero que un alumno de una secundaria pueda ver cómo se le despierta esa pasión por el teatro es maravilloso”.
Usted da clases en los talleres de cultura de la Municipalidad pero también lo hace en la educación formal…
“Sí, es maravilloso trabajar con la gente en una disciplina como el teatro. Actualmente sigo en los talleres de cultura de la Municipalidad pero también estoy en la educación formal, en la escuela 5, con niños de 5, 6, 7 y 8 años y en la Secundaria Básica de la Técnica con alumnos de 12, 13 y 14 años. Es un encare diferente trabajar ahí pero es hermoso. Quiero decir que en el Guerrico uno apunta a algo y en las escuelas a otra cosa”.
¿A qué objetivos apunta en un lugar y en el otro?
“En las clases del Guerrico apuntamos a lo actoral específicamente. En las escuelas también pero no son una escuela de teatro, entonces el alumno participa, puede crear desde muchos roles, por ahí escribe o hace el sonido, trabaja en equipo y la expresión artística está pero sin tanto rigor en la parte más técnica en lo actoral como sí lo hacemos en los talleres de cultura. Pero todo es muy atractivo y está muy bueno cuando sentís que en la escuela, a partir de una disciplina como el teatro, podes hacer que las personas encuentren como un canal de autoconocimiento. Esa es la función en la educación formal donde se puede ayudar a que los alumnos descubran cosas que hasta ese momento no se daban cuenta que las tenían. Habló de potencialidades, de talentos o de pasiones. Lograr eso es gratificante porque también le encuentro un sentido a lo que hago”.
¿Cómo es trabajar en teatro con grupos de adolescentes?
“Ya de por sí la adolescencia es una etapa hermosa porque es todo una efervescencia pasional. Es un decir todo que sí e ir para adelante y que encuentren en el teatro un espacio es buenísimo, tanto para ellos como para mí. Ahora con los talleres del Guerrico queremos hacer algo antes de la habitual muestra de fin de año porque ellos mismos me lo piden y estamos tratando de construirlo. Yo lo que trato es de encauzar toda esa energía, esa creatividad, esa fuerza en un proyecto en común. Bueno, en eso estamos, poniendo un granito de arena”.