Queremos aportar un enfoque distinto, recordar un hecho que no siempre está presente en la memoria colectiva. El 10 de junio de 1986, cuatro años después de concluida la guerra, los ex combatientes en Malvinas de San Antonio de Areco inauguraron el monumento en homenaje a los caídos en combate. Ellos mismo se encargaron de hacer la construcción que aún permanece en pie en la esquina del Boulevard Héroes de Malvinas y Matheu, sitio en el que cada 2 de abril se conmemora un nuevo aniversario del desembarco de las tropas argentinas en las islas del Atlántico Sur.
El gobierno de Raúl Alfonsín había elegido esa fecha, la del 10 de junio, y la fijó como feriado nacional, para evocar Malvinas en un tiempo donde la sociedad argentina todavía estaba procesando los traumáticos acontecimientos de 1982 y la vida de los combatientes era sumamente difícil.
Ese día de hace 38 años atrás, hablaron el por entonces Intendente municipal, Teodoro Domínguez y el ex combatiente Guillermo Barañuk, que en su breve discurso expresó con claridad el pensamiento de los todavía hombres muy jóvenes que combatieron en Malvinas cuando los recuerdos estaban todavía muy frescos y a flor de piel.
“Hoy, 10 de junio, Día de la Soberanía Nacional no es la fecha que quisiéramos conmemorar, sino aquel glorioso 2 de abril de 1982, pero nos encontramos aquí reunidos para recordar a nuestros caídos en la lucha. Ellos y nosotros dimos todo lo que pudimos para defenderlas”, dijo emocionado Barañuk que agregó “se nos hace difícil comprender cómo era posible que mientras pasábamos frio, hambre, viviendo en la incertidumbre y muriendo, aquí la vida seguía normalmente, se estaba pendiente de un partido de fútbol o esperando el fin de semana para salir. La gente no tiene conciencia de lo que realmente fue aquello, solamente el que estuvo en el frente sabe lo que significó Malvinas. Tal es así que nadie sabe cuántos fuimos y cuántos volvimos y si sufrimos algunas consecuencias físicas o psíquicas de aquello que, aunque algunos no lo crean, fue una guerra. Es por eso que tratamos de demostrar que no fuimos de vacaciones al sur, que pusimos todo nuestro empeño para que la guerra no tuviera este final tan triste. Este sencillo monumento, que no representa en nada lo que dieron, es en memoria de ellos que no midieron el esfuerzo, para esos mártires anónimos, para esta generación, para nuestros compañeros, para nuestros hermanos. Para ellos es esto”.
Además del citado Barañuk estuvieron presentes los combatientes Oscar Marquez, Sergio Scarano, Fernando Di Prinzio, Carlos Juárez, Esteban Portillo y Juan Carlos Álvarez, que falleció en un accidente de tránsito en septiembre de 2003.
En el cierre del acto tomó la palabra el periodista Eduardo Marrazi, vecino de nuestra ciudad que en esa época trabajaba en el diario La Razón, que es el autor del poema que está impreso en el contrafrente del monumento.