En Días de Areco analizamos una por una la actuación individual de los protagonistas de la segunda final del Torneo Apertura 2024 que terminó con el triunfo y la consagración de Huracán.
Huracán
Juan Cicarella (7): a los pocos minutos de partido atajó un tiro libre de Luis Maggio que llevaba destino de red. Después descolgó con seguridad unos cuantos centros peligros que cayeron en plena área chica.
Ramón Basombrío (7): el capitán abrió el marcador con un tiro cruzado cuando apenas iba un minuto. Luego ofreció una tarea sin fallas para cerrar el lateral derecho.
Ramiro Lavignole (7): volvió a la formación titular tras una ausencia obligada en el cotejo de ida. Expeditivo, atento y optimista, bien hincha del Globo, conformó con Gómez una dupla de centrales casi inexpugnable.
Luciano Gómez (8): fue un puntal defensivo en el peor momento del Globito cuando River Plate empató y era un torbellino lanzado al ataque. En ese tramo, el rubio zaguero hizo valer su personalidad, su fuerza física para encabezar la resistencia. En el resto de la contienda manejó con acierto todos los movimientos de la última línea. Figura.
Marcos Jové (7): casi sin cometer errores le puso candado a su punta por donde transitó el zurdo Rodríguez. Tuvo un poco más de dificultades cuando ingresó Cufré pero terminó resolviendo la marca con acierto.
Facundo Filipelli (7): fue increíble lo que corrió por toda la banda derecha. Regó con su traspiración el campo de juego hasta terminar agotado. Colaboró con Basombrío, metió sin dar ni pedir tregua en la zona media y cuando pudo tocó el balón sin complicarse
Nicolás Mendizábal (7): patrulló permanentemente delante de su línea de 4 para hacer más denso el bloque defensivo. Ganó frecuentemente en la lucha, en la áspera pelea del mediocampo. Fue el año de su consolidación como titular vistiendo la casaca que durante añares lució Nicolás De Felice
Joaquín Sills (8): otra gran actuación del espigado mediocampista. Muy útil en el juego aéreo, prolijo para organizar la salida, inteligente para ir a romper juego como un cinco adelantado, muy ordenado en el plano colectivo. Figura como en el encuentro de ida.
Pedro Basombrío (7): hizo un gran sacrificio por el callejón izquierdo para darle una mano a Jové, a Sills y a todo compañero que lo necesitaba pero además mostró destellos de su calidad con algunas apariciones más o menos profundas.
Tomás Risso (7): anotó el gol de la victoria con un cabezazo cruzado. Debió aguantar la marca obstinada de Inzaurralde, colaboró con los del medio, se tiró a los costados, fue valioso para cabecear los saques largos de Cicarella y amenazó con algunos contragolpes que no tuvieron buena definición. Fue el goleador del campeonato con 14 tantos.
Marcos Camargo (7): el mercedino tiene una fuerza devastadora y le hace sentir el rigor de esa polenta a los contarios. Aguantó el balón debajo de la suela de su botín derecho, fue un desahogo constante reteniendo la pelota y cuando encaró el área rival fue peligroso.
Nicolás De Felice (7): estuvo en la cancha casi media hora para aportar su oficio, su experiencia, su buena lectura del juego, su amor por la camiseta para endurecer el bloque defensivo. Es un ejemplo porque después de muchos años de ser un indiscutido en el Globo, le tocó jugar poco pero afrontó su presente con hidalguía y se merece disfrutar de este nuevo festejo.
River Plate
Jeremías Calabrono (5): con poco trabajo pero sin trasmitir la seguridad que habitualmente ofrece en el arco de la Plaza Belgrano.
Ignacio Jacquet (6): el muchacho de Capitán Sarmiento jugó de lateral volante por derecha por eso se sumó constantemente a la mitad de cancha.
Tomás Portillo (7): temperamental, firme como líbero, cubrió espalda con eficacia y empujó desde el fondo.
Mateo Antonijevic (7): impecable en la marca de Camargo y con resto para apuntalar a sus compañeros en la embestida postrera para ir a buscar el empate.
Lucas Inzaurralde (7): muy bien en el mano a mano con Risso pero con paño para salir de la cueva y trepar por la raya izquierda.
Luciano Conti (6): arrancó por derecha y luego pasó a la otra punta pero casi nunca pudo lastimar con sus piques.
Gabriel Fantilli (7): luchador, dinámico, aguerrido, con un futuro enorme. Marcó el 1 a 1 a los 5 minutos porque ganó con guapeza una pelota perdida en el área de Huracán. Con el tiempo aprenderá a regular su fervor porque siempre camina por la cuerda floja de la expulsión y vio la tarjeta roja a los 40’ del complemento.
Máximo Griego (6): trabajó por izquierda, mitad volante mitad marcador de punta. De andar lento peleó en la mitad de la cancha hasta que fue reemplazado.
Luis Maggio (7): esta vez como enganche, revoloteando por toda la cancha, asumiendo el liderazgo de su equipo, ofreciendo su lozana vitalidad a los 40 años. Tuvo el empate pero su remate pegó en el palo.
Cristian Rodríguez (6): primero fue de doble 9 y más tarde se tiró sobre la derecha pero casi nunca pudo hacer prevalecer su gambeta.
Santiago Cicarelli (6): muy bien al principio, sin dar referencia fija para la marca, saliendo sobre la izquierda. Luego se fue apagando y se perdió un gol cantado pero esas son cosas del fútbol que le suelen pasar también a los especialistas a la hora de definir. Ya tendrá revancha.
Thomás Cufré (7): entró muy bien para correr por la banda derecha. Voluntarioso, vital, lleno de entusiasmo fue como un revulsivo que despertó las ilusiones de River Plate de conseguir un empate que le fue esquivo.