El Revire, el dúo de tango y folclore integrado por Sabrina Destefanis y Walter Ratto, terminó una nueva gira por Europa.
Durante tres meses, recorrieron milongas y participaron de festivales en Francia, Italia, Suiza, Alemania y Dinamarca, entre otros países, siempre representando a Areco y Argentina.
Recién llegan de una nueva gira europea, un poco más corta que la anterior pero muy exitosa también…
Sabrina Destefanis: “Sí, nos faltó una semana para cumplir los tres meses de gira. Nos fuimos en febrero y volvimos el 14 de mayo. Arrancamos como siempre en Madrid, pero por una cuestión de los vuelos porque no tocamos ahí. Después los primeros conciertos fueron en Francia y este año organizamos un poco mejor el recorrido. Para la primera mitad de la gira hicimos Francia y Suiza y luego ya nos movimos para Alemania, el norte de Italia y países más lejanos como Dinamarca que no conocíamos”.
Esta vez ya iban con más experiencia sobre cómo organizar la gira, algo que hacen ustedes mismos…
Walter Ratto: “La primera vez nos fue muy bien, fue una hermosa gira. En esta ocasión, ya al tener más contactos, amigos y conocidos allá que nos abrieron más las puertas, todo se hizo un poco más fácil, menos estresante y se disfrutó bastante más. Incluso nos invitaron en Bélgica a un encuentro de música latinoamericana que se hace todos los años y compartimos con gente de Ecuador y Colombia, había gente también de Venezuela y de Brasil, un festival muy lindo y bien organizado”.
Suelen tocar mucho en milongas en Argentina pero también cuando van de gira…
S. D.: “Sí, estuvimos en muchas milongas en Francia, en Alemania, en Dinamarca y también en el norte de Italia. Hay un circuito muy grande de danza más que nada y por suerte entramos a tocar ahí, musicalizando el baile, con gente a la que le gusta bailar y también escuchar por más que a veces no comprendan bien la letra. Este año recargamos el repertorio de milongas para que fuera bien variable y adaptable a los espacios, pero siempre tratando de mantener una identidad. Más allá de que el repertorio sea milonga, ya nuestra formación con el bajo, la guitarra y las dos voces se sale un poco de lo común. Entonces es como tratar de mostrar esos dos mundos, lo clásico milonguero y nuestra sonoridad que es un poco más contemporánea. Además, siempre que tenemos la oportunidad en las milongas de tocar algo de folclore, alguna zamba o chacarera, les contamos que la música argentina no es solo el tango, que hay otra música fuera de la ciudad de Buenos Aires. Les contamos de Areco, les decimos de dónde somos, a ver si quizás alguno viene a conocer”.
Son siempre giras autogestivas, donde combinan ser músicos con gestionar los shows, la logística…
W. R: “La logística es quizás la parte menos linda, pero hoy en día si no estás ahí firme todo el tiempo, haciendo la parte minuciosa de la gestión, es todo muy cuesta arriba. Pero este año fue bastante más llevadero al tener más contactos y amigos, una red que uno va armando y lleva su tiempo gira tras gira. Hay muchos factores a tener en cuenta, cuánto tiene que dar un show para que rinda y permita cubrir los gastos, para sacar algo de ganancia. Eso no lo sabes bien hasta que no estás allá. Hicimos en la gira casi 15.000 kilómetros y tuvimos también la cuestión técnica del sonido, de resolver eso en cada lugar. Son muchas cosas que no son musicales, pero que estamos aprendiendo que forman parte de cada gira. Creo que es un aprendizaje constante en todo sentido, musicalmente y en este sentido de gestionar muy rápido mucha información junta y la mayoría del tiempo en otro idioma”.
¿Tienen idea de sostener este esquema, salir de gira algunos meses por Europa y después volver a trabajar acá en Areco y Argentina?
S. D.: “Siempre hay alguna incertidumbre hasta último momento antes de salir de viaje sobre qué vamos a hacer pero creemos que ahora vamos a ir a trabajar, estar de gira allá tres o cuatro meses y pasar el resto del año acá. Nos gusta volver a Areco y Argentina es un país maravilloso. Uno recorre, va a un montón de países, ve cosas y lugares maravillosos, gente también muy linda, pero realmente lo que tenemos acá es muy valioso y el ir afuera hace que uno lo valore más. Cuando vuelve, vuelve distinto”.