El segundo tiempo de Francisco Ratto al frente del Municipio arrancó con el NO como palabra clave y hace visible el enfrentamiento con empresarios gastronómicos que por distintas vías expusieron en público la rotunda negativa del gobierno de Juntos por el Cambio a sus propuestas para mejorar la actividad económica de sus comercios.
El primer NO fue al Bar Tucano, ubicado en Alsina casi Alvear, que solicitó el corte de calle frente a su local para brindarles a sus clientes habituales un espectáculo musical. No es la primera vez que Tucano recibe el rechazo a este pedido por parte del Municipio porque ya le había ocurrido lo mismo el año pasado tras haber realizado una noche muy concurrida a finales de 2021 con la actuación de Bucaneros.
El otro NO rotundo y obstinado fue para Lo de Co, situado en Arellano esquina Matheu, que tramitó la autorización municipal para organizar una reunión de fin de año que ya tiene antecedentes de haber reunido a una verdadera multitud de vecinos en más de una ocasión.
Manuel De Santis, el propietario del mencionado lugar, es un reconocido músico que además ha crecido como empresario que se dedica a la organización de grandes espectáculos como lo fueron las presentaciones del Dúo Coplanacu en el Prado Español y más recientemente de Rally Barrionuevo en el predio de San Patricio cumpliendo en ambos casos todas las exigencias legales correspondientes.
Este NO por partida doble la gestión Ratto lo fundamenta en que solo los autoriza si forman parte del programa la Noche de los Bares, una idea que instrumentó Francisco Durañona cuando era intendente y que el macrismo continuó con varias modificaciones a partir de 2019. La conclusión es que ni Tucano ni Lo de Co tendrán sus despedidas de año donde también iban a trabajar un puñado de artistas locales.
Otro NO contundente fue el que recibió Diego Sabatini a su proyecto de inversión para mejorar el almacén de campo El Batará, uno de los puntos más atractivos para los turistas que visitan la ciudad.
Sabatini tenía planificado armar en su comercio una estructura al estilo colonial con farolas, plantas y diferentes adornos para reemplazar las sombrillas que utiliza actualmente sobre el adoquinado de la calle Arellano pero su idea de mejora fue rechazada de plano por la Comisión del Casco Histórico y por la propia Municipalidad.