El Garaye presentó la obra «La Señora Schneider»

El grupo de teatro El Garaye presentó anoche la última función en Areco de su espectáculo “La Señora Schneider” en el Círculo Cultural Mariano Moreno. Tras completar un ciclo de tres presentaciones con muy buen acompañamiento del público, el espectáculo protagonizado por Teresa Aiello con dramaturgia de José Irazú comenzará ahora una gira por la región.

La puesta, basada en un cuento de Griselda Gambaro, pone a Aiello en la piel de una mujer de 84 años, viuda y bastante solitaria, para explorar las pérdidas, el paso del tiempo, la conexión con los otros y la nostalgia. Durante casi una hora, la señora Schneider recuerda su vida, la muerte de su pequeño hijo cuando tenía 5 años y la partida más reciente de su esposo, y reflexiona sobre un encuentro con una madre e hijo que estaban pidiendo limosna en la calle.

En el escenario, solo una mesa con dos sillas, una carterita negra, unas latitas y el punto principal, un caballito de juguete al que la protagonista le cuenta sus peripecias. En ese diálogo imaginario, la señora le recuerda una y otra vez al juguete que sabe que la charla no es tal, pero no deja de justificarse y relatarle sus tristezas y pequeñas alegrías.

Así, recuerda a su hijo fallecido, el dueño original del juguete hace casi 50 años. También repasa su relación con su esposo, a quien por momentos le habla directamente, y si bien lo extraña, también le cuestiona su forma de ser y su falta de cariño. La relación con el dinero y la carencia aparecen durante la puesta: en un momento, la señora Schneider define a su vejez como “contar plata y controlar sus gastos” y se preocupa una y otra vez sobre cómo va a pagar un nuevo par de zapatos si los que tiene se rompen, o si podrá comprar queso y leche esa semana. Además son el eje de su vínculo con la madre e hijo que piden en la calle, entre el prejuicio de que hacen eso porque no quieren trabajar, y el deseo de darles una mano y ayudarlos a tener una vida mejor.

Aiello encarna a la señora Schneider con enorme respeto e invita al público a empatizar con ella pero sin caer en la lástima. “La Señora Schneider” es una sensible reflexión sobre el paso del tiempo, la conexión humana y el equilibrio entre el deber y la búsqueda de la aventura.