El cementerio también fue muy afectado por la tormenta del último viernes. El viento y la tormenta hicieron caer árboles y ramas, lo que generó incluso la destrucción de una bóveda del sector antiguo y la caída de parte del tapial sobre calle Saigós.
En la parte interna del cementerio cayeron ramas y árboles completos tanto en el sector de bóvedas más antiguas como en el nuevo. La zona más complicada fue la más cercana al tapial que da a calle Saigós, donde varios árboles que estaban ubicados en la vereda cayeron hacia adentro del predio y rompieron el paredón y otro que estaba ubicado dentro del cementerio levantó el piso, cayó sobre una bóveda y la destruyó casi en su totalidad.
Desde el viernes por la noche comenzaron los trabajos de despeje de las distintas zonas y, en la calle, de reconexión de cables cortados y limpieza de la vereda.
Los fuertes vientos del viernes con ráfagas que alcanzaron por momentos casi 95 kilómetros por hora dejaron destrozos en todo el pueblo con instituciones como el Club Rivadavia y el refugio Corazones Vagabundos especialmente afectados.