Huracán redondeó una muy buena campaña en este reciente Torneo Apertura, donde terminó segundo tras caer en la final ante San Carlos.
En el plano estadístico, el Globito ganó 9 partidos, empató 4 y perdió 5 encuentros con una eficacia del 57%.
Pero si vamos más allá de los fríos números y profundizamos el bisturí en el análisis, la actuación del elenco rojinegro fue irregular, con altos y bajos bastante pronunciados en su rendimiento pero con un momento destacado cuando empató 1 a 1 con Rivadavia y luego sumó dos triunfos trascendentes frente a San Patricio (3 a 2) y Capilla (2 a 1) que consiguió sobre la hora con tantos agónicos del mercedino Marcos Camargo, que le permitieron colocarse arriba en la tabla de posiciones y asegurarse un lugar en los cuartos de final.
Pero después ingresó en una caída de tensión muy pronuncia ante Unidos (fue victoria por 3 a 1) y en los empates contra Independiente, aunque comenzó a mostrar una mejoría en la derrota en Exaltación de la Cruz (perdió 2 a 0 por las semis), repunte futbolístico que prolongó en el 2 a 0 ante la formación de Julio Márquez que le dio el boleto para llegar a la definición del certamen.
Hace unos días escribimos que el equipo de Juan Rivero transita por una buena senda al margen de que fue claramente superado por San Carlos en los dos cotejos definitorios porque a lo largo de toda la competencia del primer tramo de la temporada oficial 2023 mejoró la producción del año anterior y fue capaz de ofrecer pasajes de un fútbol dinámico, pujante y profundo que despertaron la ilusión de su público que a la hora de la verdad lo acompañó con gran fidelidad.
Huracán dispone de un grupo de atacantes muy poderoso, que cuando les llega juego son letales y pueden definir un partido parejo y hasta de desarrollo desfavorable con su poder de gol. En ese rubro, cuando logró su condición física optima, Camargo dejó en claro que es un 9 de otro nivel. Pedro Basombrío, que faltó varias veces por lesión, lastimó con su gambeta veloz. Tomás Risso fue intermitente pero también peligroso y Diego Arce debió bajar a la posición de volante para mantener un lugar entre los titulares. Pero además no hay que olvidarse del juvenil Lautaro Contreras, que se lesionó seriamente al comienzo del Apertura.
Joaquín Sills fue una pieza clave jugando como un volante suelto que transmitió coraje e inteligencia para actuar como una especie de enlace entre volantes y delanteros y Ramón Basombrío fue una verdadera columna defensiva de un cuadro que elije marcar en zona, a riesgo de quedar muchas veces en una misma línea.
Como en 2022 surgieron entre los mayores Facundo Filipelli, Marcos Jové y Felipe Novillo, este año fue el turno de Nicolás Mendizábal y Lautaro Echeverri, que cuando ingresaron le aportaron al conjunto una mayor cuota de dinámica.