Analizamos, una por una, la actuación individual de todos los protagonistas de la primera final del Torneo Apertura 2024, que ante un multitudinario marco popular, Huracán le ganó 1 a 0 a River Plate.
Huracán
Juan Cicarella (6): tuvo algún problema en el primer tiempo cuando el fuerte viento movía la pelota en el aire. Más tranquilo en el segundo tiempo porque River Plate lo inquietó poco y nada.
Ramón Basombrío (7): al principio Conti lo complicó con su gambeta a la carrera pero luego el capitán del Globo le fue tomando la mano y terminó clausurando su lateral.
Felipe Novillo (6): al joven zaguero le tocó reemplazar al lesionado Ramiro Lavignole y cumplió una labor sobria, rechazando todo lo que le pasó cerca.
Luciano Gómez (7): hizo valer su corpulencia física y su experiencia en la cueva del Globito. Casi no cometió errores ni cuando el viento hacía imposible acertar con el destino de la pelota. Después se manejó con solvencia en el fondo y se convirtió en una de las columnas donde Huracán apoyó su triunfo.
Marcos Jové (7): rendidor, metedor, muy mejorado con el balón en sus pies, enfrentó al gambeteador Cristian Rodríguez y lo hizo con gran eficacia.
Facundo Filipelli (6): corrió una enormidad, subiendo y bajando por la banda derecha, luchando con un hombre del valor de Luis Maggio. Fue importante trabajando en un mediocampo muy nutrido y ordenado colectivamente.
Nicolás Mendizábal (6): al comienzo la pelota siempre voló por arriba de su cabeza pero después su prestación fue creciendo y conformó una buena dupla de volantes de contención son Sills
Joaquín Sills (7): fue el mejor jugador de una tarde tensa porque ganó en el juego aéreo, interrumpió el circuito que River Plate intentó armar en el medio y cuando tuvo el balón en sus pies lo administró con mucho criterio. Arrancó como siempre, como un 5 adelantado pero terminó muy cerca de sus zagueros para fortalecer el entramado defensivo rojinegro
Pedro Basombrío (7): de sacrificada labor por izquierda, bajando para colaborar con Jové y Sills pero muy rápido para salir en el contragolpe. Protagonizó un par de carreras interesantes que entusiasmaron a su público.
Tomas Risso (7): peligroso, veloz, hábil, importante para peinar la pelota que viboreaba por el aire y fue generoso para darle una mano a sus compañeros de mediacancha. En la segunda etapa inició unas cuantas corridas que llevaron bastante riesgo para Calabrono.
Marcos Camargo (7): el mercedino dejó en claro que es un delantero hecho para los momentos difíciles. Fue autor del único gol de la primera final, aguantó la dura marca de los stopers de River Plate, luchó sin dar ni pedir tregua y cuando fue necesario enterró la pelota bajo la suela de su botín derecho para que el reloj caminara…
Valentín Griguelo (6): ingresó en el complemento por Filipelli y le dio aire fresco a sus volantes. Dinámico, livianito, aportó mucho despliegue físico.
River Plate
Jeremías Calabrono (5): un poco por el viento traicionero otro poco por mal cálcalo, pero no midió bien sus salidas desde el arco. Esta vez no trasmitió seguridad.
Mateo Antonijevic (6): salió a hacer hombre a hombre preferentemente sobre Camargo, misión que es su especialidad y cumplió. Terminó con la cabeza vendada por un profundo corte sobre la ceja tras un choque con el mercedino.
Tomás Portillo (7): le sienta muy bien la función de último hombre porque tiene determinación para ir a los cruces y se sabe ubicar a espadas de sus zagueros. Temperamental, empujó todo lo que pudo desde la retaguardia.
Lucas Inzaurralde (6): tal vez sea el jugador que más pierde con el nuevo esquema defensivo diseñado por Enzo Canali porque se debe dedicar a marcar y eso le resta la posibilidad de mostrar su buena técnica para sumarse al ataque.
Juan Canaveri (6): recorrió con generosidad todo el carril derecho y controló bastante bien a Pedro Basombrío.
Gabriel Fantilli (6): metedor, aguerrido, lleno de voluntad y vigor pero le costó encontrar la posición en un mediocampo súper poblado. Un cabezazo suyo se fue cerca del travesaño cuando estaban 0 a 0 y una vez más estuvo caminando por la cuerda floja de la expulsión…
Máximo Griego (5): al igual que Fantilli, el rubio nunca se pudo acomodar en la zona central y no gravitó en el desarrollo de las acciones
Luis Maggio (7): se movió por toda la cancha con un fervor increíble. Intentó asumir la conducción de un cuadro que no encontró la fórmula futbolística adecuada pero lo hizo con más amor propio que con ideas claras.
Cristián Rodríguez (6): tiró unas cuantas gambetas con su sello, sobre todo en el comienzo de cada etapa pero se fue apagando con el paso de los minutos.
Santiago Cicarelli (6): el viento no lo favoreció en el primer tiempo porque nunca le llegó una pelota limpia. Luego retrocedió para intentar juntarse con Maggio y para abastecer a Conti pero estuvo lejos del gol…
Luciano Conti (6): posiblemente la única carta de ataque que River Plate tenía en la maso. Empezó muy bien, lastimando con sus piques por izquierda pero luego se fue desinflando…
Ignacio Jacquet (6): el muchacho de Capitán Sarmiento entró con ganas y aportó su movilidad desde la posición del “falso 4” pero no pudo terminar sus intervenciones como puntero para abrir la defensa de Huracán.