Durante el verano San Antonio fue el gran protagonista por el movimiento que le imprimió al libro de pases y porque incorporó muchos jugadores para engrosar el plantel que había sido la revelación del Clausura 2021.
El torneo nocturno fue un verdadero “banco de pruebas” donde Enzo Canali rotó nombres y ensayó variantes. Si bien cayó en semifinales ante Huracán, parecía que todo marchaba sobre rieles.
Pero el inicio del Torneo Apertura fue muy duro para el elenco albiceleste. Algunos de los nuevos ni siquiera alcanzaron a debutar oficialmente y otros jugaron muy poco. Además se alejaron varios hombres que habían hecho su aporte en la campaña del año anterior (Alexis Quiroga, Bautista Busich, Cristian Barroso, Cuca Díaz y Juan Pablo Falivene) y se lesionó una pieza fundamental como Luis Ramírez, uno de los mejores valores de toda la Liga Deportiva.
Casi con una alineación de emergencia perdió en el debut con San Patricio (1 a 6). Fue un impacto muy fuerte que significó como un empezar de nuevo.
El 0 a 0 con Robles trajo cierto alivio. Lo mismo que la ajustada victoria ante Unidos (1 a 0) en una nochecita lluviosa de Cancha Fitte pero una nueva caída, esta vez por 4 a 1, frente a San Carlos volvió a llenar de interrogantes a un conjunto que recién se estaba empezando a armar colectivamente.
Ante Huracán, a pesar de perder 1 a 0, hizo un partido parejo y en el 2 a 2 agónico con River Plate se notó una mejoría. Esa tarde San Antonio se sintió perjudicado por el árbitro que le cobró un penal en contra en el último segundo de tiempo adicionado. Una semana más tarde, Capilla sepultó las escasas ilusiones de clasificar para el repechaje con un contundente 4 a 0.
Pero en las dos fechas de cierre de la primera etapa del certamen, Canali consiguió definir con qué hombres podía contar para el futuro y San Antonio mostró la dinámica y el funcionamiento colectivo que buscaba. Así quedó claro en el 5 a 2 ante el modesto Villa Manchi y en la merecida victoria frente a Rivadavia en la tarde en que concluyó su paso por el Apertura donde cosechó 11 puntos.
¿Qué cosas podemos resaltar de esta campaña albiceleste que no estuvo a la altura de las expectativas que supo generar en la pre-temporada?
La jerarquía que mostraron algunos de los refuerzos: el sobrio arquero Martín Ortiz, Pedro Cairo y Diego Pollier (que llegaron desde San Patricio) y el eficiente marcador de punta Jorge Chara, ex San Carlos.
La vuelta del aguerrido zaguero Jorge Galeano y del veloz Agustín Saulino, que anotó goles en los últimos cotejos.
La recuperación física de otro nuevo, Francisco Simionatto, que jugó muy bien como volante una vez que se curó de una dolorosa lesión.
La vigencia de José Romero para jugar en la cueva y la prestación de Cristián Ocaranza y Gastón Faversani que sobre el final de la ronda de clasificación rindieron como lo habían hecho en 2021.
La alternativa que le ofrecen al entrenador el experimentado Leo Domancich, Tomás Ceriani, Leonardo Cairo, Brian Gutiérrez, Juan Fagnani, Lautaro Bidondo y Federico Radic que estarán a la orden cuando el entrenador los necesite.
El orden defensivo, la vitalidad, la capacidad para ir a la lucha, la dinámica colectiva que el equipo mostró sobre todo ante Rivadavia, todos atributos que invitan a pensar en un futuro distinto para el segundo semestre.