Santiago Gasparro, licenciado en Relaciones Internacionales, analizó para Días de Areco el contexto económico mundial y las posibilidades que se le abren a la Argentina ante una incorporación al bloque de los BRICS, una asociación política y económica que componen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Durante la entrevista, el analista puntualizó los cambios que se producen continuamente en el concierto del comercio mundial, con la emergencia de nuevos actores y los condicionamientos al desarrollo que establecen la salida de la pandemia de Covid 19 y la guerra entre Rusia y Ucrania.
¿En esencia, que son los BRICS?
“Los BRICS son una asociación de países, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, con una vinculación económica y política que se conformó en 2009 pero de esta unión ya se venía hablando desde principios de este siglo y el concepto es que para 2050 este grupo va a superar a la economía de Estados Unidos debido a sus altas tasas de crecimiento e industrialización. Además geográficamente Rusia es el país más grande del mundo y China es el de mayor población del planeta por eso cuentan con una fuerza laboral y un mercado interno muy potentes y sobre todo disponen de abundantes recursos naturales”.
¿Qué papel juega China en este esquema de asociación?
“Entonces, en función de estos parámetros, crecimiento económico y recursos naturales, las perspectivas eran que estos países tendrían un lugar preponderante en el mundo a partir de 2030. De hecho, al principio, fue así porque China se convirtió en la segunda economía mundial, relegando de ese lugar a Japón y está en proceso también de superar a Estados Unidos pero hoy vemos que debido a la crisis que generó la pandemia, a la guerra entre Rusia y Ucrania y a otros motivos la economía mundial detuvo se crecimiento. Siguiendo con el ejemplo de China, que de crecer en un índice de dos cifras ahora creció 8,6%, lo que marca una clara desaceleración que incide en los demás países, inclusive en Argentina con la que tiene una importante relación comercial”.
¿Cómo es la actualidad de los BRICS?
“Al grupo inicial de países se sumó Sudáfrica, allá por 2011, que también es grande en cuanto a su población y su fuerza laboral pero sobre todo con importantes recursos naturales. Si sumamos a todos los países que integran el BRICS, que además contiene a India, vemos que representan a más de la mitad de la población mundial, unos 3 mil 500 millones de habitantes. Pero, actualmente, los BRICS pasan por un momento de altos cuestionamientos. Vemos que Brasil perdió mucho terreno. Rusia lo mismo porque está en medio de una guerra y sumergido en una crisis económica agravada por los embargos internacionales, por lo tanto ha perdido posiciones”.
Hace poco Argentina participó de la cumbre de los BRICS y analiza la posibilidad de integrarse al bloque…
“Recientemente Argentina ha sido invitada para participar de la cumbre anual de los BRICS, que tienen su sede en Brasilia. China fue quien invitó a nuestro país. Argentina intenta incorporarse a esta asociación y sus posibilidades de hacerlo mejoran con la vuelta de Lula a la presidencia de Brasil. Argentina reúne condiciones que son importantes para tener en cuenta: también es un país grande, está entre los 10 más grandes del mundo, con una fuerza laboral significativa, al menos en términos latinoamericanos y sobre todo tiene un valor geoestratégico, con muchos recursos naturales, porque es una de los primeros cinco productores-exportadores de cereales, es el principal productor de biodiesel del mundo, dispone de grandes reservas de gas y está construyendo infraestructura que va a agilizar el transporte y la exportación, es el cuarto productor de petróleo de la región, detrás de Venezuela, Brasil y Colombia, tiene litio y es un gran productor de alimentos, algo clave pensando en lo que se viene en las próximas dos o tres décadas para atender una demanda mundial en constante ascenso”.
¿Es conveniente esta integración para Argentina?
“Esta es una gran oportunidad para Argentina de aumentar su influencia en el comercio mundial pero claro que debe mejorar su inversión en el desarrollo de infraestructura y ese punto es central mirando lo que se va a definir en las elecciones nacionales de 2023. Lo que estará en juego es si Argentina invierte, toma deuda para dinamizar su aparato productivo o si se convierte en una economía muy endeudada y básicamente financiera donde triunfan unos pocos y se condena a la pobreza a la mayoría de la población”.
¿En los últimos años cambió la configuración de la economía mundial?
“También hay una serie de países emergentes, recientemente industrializados, que compiten en el concierto internacional. Tenemos los casos de México, que tiene el PBI más grande de América Latina, Nigeria que a pesar de sus problemas internos dispone de grandes recursos naturales, Vietnam, Malasia, India. Lo cierto es que ya no se puede hablar de economías centrales como hablábamos hace 30 años atrás porque el eje, el centro económico, se fue corriendo hacia la periferia, al punto que el término centro – periferia ha quedado antiguo. Lo que sí, estos emergentes, incluida Argentina, deben afrontan una adversidad importante, el contexto recesivo porque dependen de sus exportaciones, del comercio internacional que están afectados por la crisis económica, la salida de la pandemia y la guerra. Por eso les será difícil sostener las tasas de crecimiento que se necesitan. Por eso una respuesta ante este escenario es armar asociaciones regionales fuertes para romper los cuellos de botella generando este tipo de integraciones como el Mercosur, la Unasur a nivel sudamericano y también intentar romper la dependencia financiera con los centros de poder económico y crear un banco de inversión para la región orientado a financiar el desarrollo en infraestructura. Básicamente este es el panorama internacional actual para Argentina en un contexto de grandes cambios”.