Estudiantes de la Escuela Técnica desarrollaron un innovador sistema acuático de recolección de residuos en río. El proyecto Eco Cleaner surgió con una fuerte visión ambiental y van avanzando los prototipos.
Mariano Saulino, Xavier Pinto, Bautista Basaldúa y Carlos Rodríguez son los jóvenes alumnos de cuarto año desarrolladores de la propuesta. Han sido distinguidos en ferias de ciencia y robótica y encuentros sobre cuidado ambiental en distintos puntos de la provincia.
“Eco Cleaner es un prototipo hecho con materiales reciclados para juntar los residuos que se suelen acumular en el río”, contaron los estudiantes. “Surgió por una evaluación que tuvimos con los profesores el año pasado y fue cambiando a lo largo del tiempo. Arrancó con bidones de 20 litros y ahora tiene muchos más componentes de electrónica.
El sistema está pensado para poder circular por el río, recolectar los residuos que va encontrando y ponerlos en una bolsa para, ya en tierra, seleccionar lo que pueda reciclarse y deshacerse del resto. “Empezamos pensando una especie de barquito con dos patitas en forma de embudo que fueran dirigiendo los residuos hacia una bolsa de recolección”, explicaron. “Hemos visto que se hacen campañas para limpiar el río, incluso con kayaks, y quisimos generar una manera más fácil. Además pensamos que en momentos de inundación, el agua también arrastra toda la suciedad y con este sistema podemos evitar eso y también el que las personas tengan que juntar manualmente la basura, por ejemplo”.
A partir de ahí, fue momento de ir avanzando con los desarrollos, probando distintas formas de propulsión y de recolección. “Los primeros problemas que encontramos tuvieron que ver con estabilidad y propulsión. Lo fuimos hablando con profesores y personas externas que nos ayudaron y fueron surgiendo distintos tipos de propulsión, cada uno con sus características y complicaciones. Probamos con motores de taladro y de lavarropas, con hélices que fuimos imprimiendo en 3D, pero no tenían la fuerza necesaria. Ahora pasamos a un motor fuera de borda pero electrónico. Como nuestro proyecto es de cuidado del ambiente, no queríamos usar uno de combustión”, detallaron los chicos. “Todo lo que están viendo son avances, prototipos en los que seguimos trabajando. Por ejemplo, cuando arrancamos teníamos que usar un cable de cuatro metros y ahora pudimos implementar plaquetas para que todo funcione por wifi y a distancia”.
Con este proyecto, los chicos llegaron a la etapa provincia de la Feria de Ciencias en Mar de Ajó y también tuvieron distinciones en un encuentro sobre robótica y automatización en Rojas. Todo lo fueron trabajando en la escuela, pero también a contraturno y en sus casas y lo van registrando en un cuaderno de campo que incluye hasta los primeros bocetos a mano de cómo imaginaban que sería el Eco Cleaner.
Los jóvenes desarrolladores ya buscan maneras de ampliar las posibilidades del Eco Cleaner: “Pensamos también que el prototipo puede sumar la posibilidad de tomar muestras del agua del río, quizás con un brazo robot”, cuentan. “Eso podría ser importante por el tema de las cianobacterias, para poder acceder a muestras del agua no solo desde la orilla sino también en cualquier parte del río y haciéndolo al mismo tiempo que la limpieza. En nuestra escuela no solo tenemos la orientación en electromecánica como es nuestro caso, sino también la de alimentos y en séptimo año, los chicos hacen la práctica profesional interesante y uno de los puntos es justamente tomar muestras del río y analizarlas, así que podemos articular con ellos. Hay muchas posibilidades para ampliar el proyecto”.
Los estudiantes participaron también de la edición de este año del programa Cuidando Nuestras Cuencas y tuvieron el acompañamiento para adquirir más materiales y seguir avanzando.
“Lo económico es siempre limitante por los costos que se manejan para una institución educativa y para las familias mucho más. La oportunidad de presentarnos a concursos como Cuidando Nuestras Cuencas nos abre puertas y permite adquirir recursos materiales, además de ser una experiencia para los muchachos en cuanto a su presentación y a saber el fruto que uno recibe gracias al esfuerzo. Otro punto a destacar es que nosotros acá en la escuela, ni en la orientación electromecánica ni en alimentos no tenemos nada relacionado con náutica, así que fuimos aprendiendo un montón sobre el tema”, explicó el docente Ariel Castello, que está acompañando a los chicos en el desarrollo del proyecto.
El profesor contó también que “esta fue la primera vez que la escuela llegó hasta la etapa provincial de la Feria de Ciencias y pedimos que los evaluadores fueran especializados en el tema, porque nos interesaba mucho cómo iba a ser su devolución, que nos hicieran críticas que nos sirvieran para seguir el aprendizaje. El proyecto sigue modificándose, mejorando, avanzando y los chicos se llevan un enorme aprendizaje como técnicos electromecánicos y para el día de mañana”.