La calle Echeverría entre Vieytes e Irigoyen es otra de las arterias olvidadas de nuestra ciudad. La cuadra, una de las pocas que no está asfaltada en la zona, está repleta de pozos, barro y agua acumulada que hacen cada vez más difícil la circulación.
Los casi 100 metros que conectan la avenida Vieytes con Irigoyen tienen baches en toda su extensión y las dos esquinas son las partes que están más complicadas, totalmente descalzadas del asfalto al que se conectan. No hay cordón cuneta ni desagües, así que el agua se acumula sobre la calzada y hacia las casas de la zona.
El mal estado de las calles es un problema repetido en todo el pueblo y sin solución. En las calles de asfalto o de mejorado abundan los baches cada vez más profundos o con arreglos precarios que duran poco tiempo y en las de tosca o tierra, las lluvias hacen casi imposible la circulación y dejan vehículos de todo porte encajados.