En una entrevista a fondo con Días de Areco, Ana Laura Fuentes analizó su paso por el Concejo Deliberante y realizó un balance donde destacó pocos puntos positivos.
Durante la conversación, Fuentes señaló que en el Concejo Deliberante se vivieron situaciones muy violentas, que el cuerpo actuó como una escribanía de Juntos por el Cambio y de espaldas a la comunidad.
¿Qué balance hace sobre su paso por el Concejo Deliberante?
“Pienso muchas cosas sobre mi paso por el Concejo Deliberante. En primer lugar en cómo llegamos, después de haber pedido el Municipio. Esa fue una sensación fuerte en una nueva composición del cuerpo a partir de diciembre de 2019. De todas maneras asumí con muchas expectativas de incorporar modificaciones al reglamento interno, de crear nuevas comisiones para modernizar una estructura un poco vieja y con la idea de mejorar el acceso a la información para que esté abierto a la comunidad con transmisiones en vivo para mostrar el intercambio de posiciones entre los bloques, con más ámbitos de consejos consultivos. Pero solo pasaron cuatro años donde el Concejo fue como una escribanía al servicio del Departamento Ejecutivo”.
¿Funcionó una mayoría automática de Juntos por el cambio?
“Fue un periodo con situaciones muy tensas donde vimos gomas quemadas adentro del Concejo, reclamos de los trabajadores municipales por sus salarios, vimos a los alumnos de la Escuela de Arte en el recinto. Fueron 4 años de angustia pero además de un Concejo Deliberante cerrado a la información, de espaldas al pueblo. No hubo instancias de diálogo para llegar a acuerdos y encaminar procesos en conjunto en un clima de bastante hostilidad con una mayoría oficialista que avanzó de manera automática”.
¿No pudo lograr ni siquiera uno de sus objetivos iniciales?
“No se pudo avanzar en nada y te doy un ejemplo. El proyecto de creación de una comisión de género lo pasaron al archivo después de 4 años y apelando a su mayoría con el argumento de que ya se había creado una mesa de violencias y no hacía falta crear otra comisión. Esta mesa funciona pero de manera muy cerrada, sin participación de la comunidad que propició su creación con un fuerte empuje de nuestro bloque. Piensen que los temas de género, derechos humanos, ecología, turismo y cultura están en una sola comisión y allí se mezcla el tratamiento de todos estos temas. Pero lo que noté fue un alejamiento y un desconocimiento absoluto de lo que pasa en el Concejo Deliberante de parte de la población. Yo me dedico a la comunicación y esta situación me parece desesperante. Nosotros vivimos atropellos violentos por la mayoría oficialista pero el pueblo no se enteró más allá de lo que uno podía comunicar en sus propias redes sociales”.
¿Qué situaciones violentes se vivieron en el Concejo Deliberante?
“Sin ir más lejos recuerden que en 2023 el Intendente no pudo abrir el periodo de sesiones del Concejo Deliberante porque el recinto estaba lleno de trabajadores municipales que reclamaban un aumento de salarios pero al pueblo no le llamó la atención sobre lo que estaba pasando en el lugar donde se aprueban los normativas locales, hablamos del valor de las tasas, del presupuesto. ¿Sabe la gente eso? No, no sabe. El desafío es ese, ahí hay que apuntar el trabajo futuro, para mostrar qué hacemos los concejales y le tenemos que rendir cuentas a la comunidad que es la que nos pone ahí”.
Pero algo positivo le tiene que haber quedado en estos cuatro años…
“Sí, el trabajo de control que llevamos adelante desde el bloque de concejales fue positivo. Eso ayudó a corregir errores, a pulir proyectos para acompañar algunas gestiones del Intendente. Con el trabajo del bloque y de Paco en el Senado de la provincia pudimos hacer mucho para que llegaran obras que necesitaban la aprobación del Concejo Deliberante porque se ejecutaban directamente en el territorio. Fue muy importante la articulación de nuestro bloque con la nación, con la provincia y con otros organismos como ANSES, PAMI que vuelcan dinero en San Antonio de Areco. En ese marco sí pudimos hacer muchísimo y fue positivo pero veremos qué pasa a partir de 2024 con otro color político en el gobierno nacional con las obras que están en marcha y con la confianza que los vecinos le renovaron a Francisco Ratto conociendo la gestión que ya venía haciendo. Entonces pienso que lo positivo fue nuestra capacidad de acción. Una cosa que logramos fue abrir el Concejo Deliberante para actividades reflexivas que convocaron al pueblo al recinto para hablar de historia local, para hacer homenajes, para hablar de los 40 años de democracia. Eso se instaló y pienso que puede quedar como una gimnasia de acciones donde el Concejo sea el ámbito para realizarlos”.
¿Cómo ve el futuro del peronismo a nivel local?
“Me parece que lo que viene para el peronismo es poner las barbas en remojo en una etapa de observación para reacomodarse y como siempre seguir trabajando para nuestra comunidad. Pero la verdad es que veo un futuro con mucha incertidumbre por las acciones de un presidente que en Areco fue acompañado por casi el 64% de los votos y que validaron lo que Milei planteó en cuanto a achique, ajustes que directamente afectan a los jubilados, a la obra pública, a los trabajadores. Acá tenemos en marcha la construcción de 96 viviendas que no sabemos cómo va a seguir, lo mismo que la planta depuradora y pensaba también en el endeudamiento que esta pedido para la ampliación del hospital porque no alcanza con la beneficencia de los vecinos para conseguir la cantidad de millones de pesos que se necesita. Creo que lo que se viene está cargado de incertidumbre. Mi mayor deseo es que le vaya bien a la Argentina y que haya crecimiento económico pero no me imagino cómo se puede lograr eso con el plan de liberar los precios y no subir los salarios. Esa es una de las cosas que me tiene muy preocupada mirando el futuro”.