En una reunión que se realizó hace unos días atrás, la Liga Deportiva le informó a los clubes que a lo largo de la temporada 2022 se vendieron más de 18.000 entradas pero solamente teniendo en cuenta las recaudaciones registradas en el centenario estadio Enrique Fitte.
La alta asistencia de público es una característica saliente de nuestro fútbol que se empezó a notar con mayor nitidez a partir de 2018 y que se fue consolidando hasta principios de 2020. La pandemia de Covid 19 abrió un paréntesis muy largo en la competencia, pero desde agosto de 2021, cuando las autoridades sanitarias levantaron las restricciones y la vida se fue encaminando hacia cierta normalidad, la gente volvió a la cancha con entusiasmo y de manera sostenida, inclusive registrando mejores concurrencias aún que antes del parate obligatorio.
Da gusto ver cada domingos, sobre todo cuando hay en juego algún duelo entre los clásicos rivales (Rivadavia y River Plate, San Patricio – Huracán, Rivadavia – San Patricio, Huracán – Rivadavia entre otros) las tribunas repletas de simpatizantes que le dan un verdadero marco popular a los partidos, que por lo general resultan espectáculos vibrantes y emotivos.
Busquemos algunas razones para explicar este fenómeno. Una de ellas es la fuerte identidad, lo que podríamos definir como el sentido de pertenencia que todos los clubes fueron construyendo pacientemente a lo largo de los últimos años de intenso trabajo institucional. Claramente se ve como los hinchas, casi exclusivamente, van a ver los partidos de “su equipo” y llegan al estadio sobre la hora del inicio del cotejo que despierta su interés.
La otra causa que nos gustaría apuntar es la inversión que se hizo en la vieja Plaza de Deportes Enrique Fitte a partir de mediados de 2015 con financiación del municipio: tribunas, vestuarios, paredones perimetrales, baños, un sector para los visitantes, que mejoraron sensiblemente las comodidades de un campo deportivo inaugurado en 1922. Con muy buen criterio este año la Liga continuó por la misma línea y destinó mucho de ese dinero generado en las boleterías en acondicionar el piso del campo de juego, en reforzar la luz artificial y recientemente comenzó a construir una nueva tribuna sobre calle Pellegrini.
Este es un capital muy valioso que tiene nuestro fútbol y tenemos la obligación de cuidarlo.