La calle Del Valle, desde Mitre hacia la costanera, quedó minada de pozos tras la inundación. Esas tres cuadras ya estaban en mal estado antes de la crecida, pero con el agua que se acumuló durante varios días, terminaron de detonarse.
Hay baches muy profundos que complican la circulación y en la esquina detrás del hospital, en la intersección con Matheu, el asfalto se fue carcomiendo y está descalzado para quienes vienen por Matheu.
Incluso durante la inundación, los pozos complicaron el paso de los pocos vehículos de asistencia que estaban en condiciones de circular, entre ellos móviles de bomberos y camiones del municipio entregando bolsas de arena a los vecinos de la zona.
Con el río de vuelta en su cauce y las familias en sus casas, limpiando, ordenando y volviendo a sus rutinas, empiezan a notarse estas consecuencias en la infraestructura urbana, que ya estaba en muy mal estado.