Días de Areco conversó con Daniela Racigh, integrante del equipo de la delegación local de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires sobre las estafas virtuales, una modalidad de robo muy recurrente en la actualidad.
En la entrevista, Racigh comentó la manera en que interviene la Defensoría en estos casos y le recomendó a las víctimas de estafas virtuales que siempre hagan la denuncia en comisaría o en la fiscalía.
¿Reciben muchos reclamos por las estafas virtuales?
“Las estafas virtuales están a la orden del día al punto que las estadísticas que existen al respecto dicen que cada 10 minutos se produce una estafa de este tipo. Para que se entienda, el concepto de estafa virtual dice que es una acción ilegal que se hace en el ciberespacio a través de distintos dispositivos o de redes sociales y se puede dar mediante diferentes formas: WhatsApp, mail o directamente por llamadas telefónicas que generalmente son a teléfonos fijos”.
¿Cuál es la modalidad más recurrente de este tipo de estafas?
“Cuando uno recibe un mail que le pide datos de sus tarjetas o cuentas debe chequear quién lo envía porque por lo general son de personas particulares y no son de entidades oficiales. Cuando las personas abren ese mail y dan un click ingresan a una página falsa y le da la oportunidad a ese estafador de poder ingresar a su cuenta bancaria para hacer transacciones y le roba todo el dinero depositado”.
¿Qué debe hacer una persona víctima de esta modalidad de estafas virtuales?
“En estas situaciones lo que sugerimos desde la Defensoría es que tomen la mayor cantidad de datos posibles, con capturas de pantalla por ejemplo y con quiénes se hicieron esas transacciones, buscar los números de cuenta, los domicilios, las entidades bancarias e inmediatamente informarle a su banco que uno fue víctima de una estafa virtual y realizar la denuncia en la comisaria o en la fiscalía para que abran una investigación”.
¿En qué momento interviene la Defensoría?
“La intervención de la Defensoría en estos casos es administrativa porque de la etapa de investigación judicial se encarga la fiscalía, es por eso que siempre hay que denunciar los hechos. Nuestra labor es la siguiente: nos ponemos en contacto con el banco, chequeamos que la víctima tenga contratado un seguro que tiene una cobertura contra este tipo de estafas que cubre hasta un monto de 1 millón de pesos. El banco tiene tercerizados con otras empresas estos seguros y es ahí donde interviene la Defensoría para actuar como mediador con la aseguradora para que reintegre el dinero que a la persona le robaron”.
¿Cómo es el mecanismo que se activa con la intervención de la Defensoría?
“El banco informa que esa persona está asegurada pero el trámite es personal y eso se vuelve más engorroso porque hay que hacerlo vía mail, no te atienden por teléfono. Es ahí donde entra a jugar la Defensoría para tomar contacto con la compañía de seguros para facilitar y hacer más rápido el reintegro del dinero. Lo que sí pedimos siempre es que la víctima haga la denuncia porque sin denuncia no se abre la investigación y el seguro no puede comprobar que la estafa sea real. Esa denuncia hay que presentarla en el banco para que pueden devolver el dinero a la cuenta que fue estafada”.
¿Ya resolvieron casos de este tipo de estafas?
“Sí, la verdad es que hemos tenido muchas denuncias de este tipo y logramos que a muchas personas les reintegraran el monto de dinero que les habían robado. Repito que las empresas reales nunca piden datos personales y por eso hay que estar muy atentos cuando se reciben este tipo de llamadas o mails y no brindar ningún tipo de información bancaria ni mucho menos compartir las contraseñas”.