El Galpón Chamico recibió ayer la obra “Cuando Traigan los Chicos”, protagonizada por Gastón Caríssimo, Gerardo Grasl y María Lizza. La puesta se había estrenado a fines del año pasado y volvió a Areco tras hacer varias funciones en la región.
“Cuando Traigan los Chicos” se autodefine como un grotesco posmoderno. Cuanta la historia de tres personajes que esperan, justamente, la llegada de los hijos de una de ellos, que están a punto de volver a la casa. Entre un abuelo irreverente que se dedica a armar cigarrillos de marihuana para venderlos entre los pibes del barrio, una madre neurótica y obsesionada con mejorar su imagen para tener la custodia definitiva de sus hijos y un vendedor noventoso que no puede salir de su obsesión con su propio ego pero percibido por todo el mundo como un perdedor, la obra tiene un tono costumbrista pero evita caer en lugares comunes.
Todos los personajes de “Cuando Traigan los Chicos” tienen algo de monstruosidad pero mucho de humanidad. Bien podrían ser cualquier vecino de un barrio popular. Tienen matices oscuros, pero también dejan en claro que están dando lo mejor de sí mismos para recibir a los chicos. Ahí es central el trabajo de los actores, que caminan muy bien la línea entre el grotesco y la empatía hacia quienes están interpretando y generan momentos de un humor muy efectivo.
El texto, escrito por Caríssimo, va creciendo a medida que avanzan las funciones y seguramente irá mutando y afilándose en próximas presentaciones. Una puesta compacta, efectiva y que invita a los espectadores a olvidarse por un rato de sus problemas y reír junto a este trío de pobres humanos.