La empresa de fabricación de big bags, telas y bolsas de polipropileno pasa por un momento complicado y sus trabajadores teman por el eventual cierre. De ser uno de los motores de la industria textil plástica local, Coresa ahora le hace frente a una profunda crisis.
Desde el año pasado viene reduciendo su planta de personal en Areco y ofreciendo retiros voluntarios a sus empleados más antiguos. De casi un centenar de personas que se desempeñaban allí, hoy quedarían solo 20 en planta y hasta se habría presentado el concurso de acreedores y se estarían vendiendo telares y máquinas de la fábrica de nuestra ciudad.
No hay comunicaciones oficiales de la empresa, pero la preocupación se expande entre las familias de los empleados, que ven languidecer a su fuente de trabajo. Habría demoras en el pago de sueldos y rumores de que solo quedaría un sector administrativo en Areco, en medio de problemas generalizados en la empresa.
Coresa, originalmente de capitales chilenos, llegó a Areco en 1996. Su instalación en nuestra ciudad fue uno de los hitos del breve gobierno del peronista Beto Sorchilli y generó más de 100 puestos de trabajo. La que supo ser una de las industrias más pujantes de Areco, ahora pareciera estar entrando en su ocaso.