Fue uno de los temas del verano: el Municipio anunció que iba a colocar un semáforo en Alsina y Alvear y a las pocas horas dio marcha atrás con la decisión. Puso de excusa que el proyecto debía pasar por el Concejo Deliberante que estaba de receso, pero no convocó a sesiones extraordinarias ni presentó el pedido hasta ahora, a casi dos meses del inicio de las sesiones ordinarias. En las redes, el rechazo de los vecinos al anuncio había sido generalizado.
La situación no es la primera vez en que la gestión Ratto hace propuestas que no termina de concretar. En esa misma época también instaló un totem con lector de velocidad en avenida Quetgles entre Alsina y Belgrano, con la promesa de así vigilar mejor el tránsito en esa zona. Hasta ahora, no funcionó un solo día.
Dispositivos similares se instalaron en los ingresos a Duggan y Villa Lia y tampoco funcionan. La apertura de la calle San Martín hacia la vieja Ruta 8 y el Barrio Don Pancho es un ejemplo más. Se prometieron cartelería y controles, que todavía no aparecieron, y el peligro que genera ese cruce preocupa a los vecinos.
Mientras tanto, el discurso oficial se empecina en sostener que hay controles de tránsito suficientes y que todo, semáforos, carteles y lectores de velocidad, en algún momento llegarán.