El mal estado generalizado del pueblo llega también a la recolección de residuos y la limpieza de las calles. Durante las últimas semanas, cualquier recorrida por Areco está marcada por contenedores desbordados y rotos, calles sucias, verdín y pérdidas de agua.
Si bien el servicio de recolección de residuos se sigue dando de manera regular, se nota una dificultad cada vez mayor para vaciar los contenedores negros, que acumulan gran cantidad de residuos y muchas veces se ven desbordados. Además, las campanas de madera para elementos reciclables, que el Municipio promocionó como un gran avance por ser hechos con materiales reutilizados, están mayormente rotas y sin mantenimiento.
A todo esto debe sumarse que si bien hay servicio de barrio manual, sobre todo en las calles del centro, cada vez que los trabajadores completan sus tareas, las bolsas con lo recolectado quedan tiradas en las veredas incluso durante varios días.
La situación se da tanto en los barrios como en las calles del centro y la costanera, donde la imagen que queda para los vecinos y turistas es más que lamentable.
En un contexto donde el Municipio subió las tasas casi un 700% en un solo año, no solo no hay mejoras en los servicios, sino que las prestaciones van empeorando incluso en algo tan básico como la recolección de residuos.