Franco Ciaffardini, integrante del equipo de trabajo del senador Francisco Durañona, habló con Días de Areco sobre el informe técnico que elaboró la provincia de Buenos Aires que confirmó la presencia de cianobacterias en la cuenca del Río Areco.
Durante la entrevista, Ciaffardini, que también forma parta del staff del Ministerio de Ambiente de la Nación, remarcó la repetida alta presencia de vegetación en las aguas del rio luego de las lluvias de la semana pasada y puntualizó que además de ser un fenómeno climático, en este fenómeno interviene la mano del hombre.
El dirigente del Frente de Todos apuntó que es necesario buscar el origen de esta situación que escapa al contexto de sequía que se extendió prácticamente a lo largo de 2022.
A pedido del Frente de Todos, técnicos de la provincia de Buenos Aires analizaron las aguas del Río Areco y hace unos días entregaron un informe. ¿Qué dice en términos generales esa información?
“Es un análisis del agua del Río Areco que hizo la provincia de Buenos Aires a través de un programa que tiene desde el Ministerio de Infraestructura y de organismos como la Autoridad del Agua en cuanto a manejo técnico de las cuencas. Lo que elaboraron fue un cianosemáforo porque lo que ocurre en San Antonio de Areco se repite en otras cuencas de la provincia. Básicamente hicieron análisis en dos puntos: a la altura del Puente Viejo y otro muy cerca del Club de Pescadores, que eran los sitios más afectados a la vista. Analizaron específicamente cianobacterias y encontraron una gran presencia en las cercanías del Puente Viejo”.
¿Qué recomendaciones hace la provincia ante esta situación?
“El informe dice que no se pueden realizar actividades recreativas, que preferentemente no hay que meterse al rio, que no se debe dejar a los animales en contacto con el agua, que además no se debe beber. En caso de tomar contacto con el agua hay que darse una ducha caliente y de manera inmediata. Pero debe quedar claro que la recomendación es no meterse al río porque las toxinas pueden traer serios problemas para la salud. Esto es si el cianosemáforo está en amarillo pero si pasa a naranja las prohibiciones son absolutas. Esto lo va a ir actualizando la provincia a medida que vaya monitoreando la información sobre el río”.
¿Vendrán técnicos de la provincia a explicar esta situación?
“La provincia está coordinando una fecha con el municipio para venir y dar una devolución técnica abierta a la comunidad y por supuesto a responder las preguntas necesarias para despejar las dudas que tenga cualquier vecino. La provincia va a explicar por qué se produce esta situación, qué se debe hacer, qué acciones hay que seguir cuenca arriba para que esto siga sucediendo. Todavía falta confirmar la fecha pero esperamos que sea pronto”.
El panorama en el río no cambió demasiado desde hace un mes porque el fin de semana pasado nuevamente quedó cubierto de verde…
“Después de las lluvias del viernes el río estaba bastante cubierto de verde. En los días anteriores por ahí se veía algún manchón en las orillas, que es donde menos fluye el agua pero durante el fin de semana era bastante la superficie cubierta. Claro que hay una influencia de las lluvias, llovieron casi 50 mm, que trajeron la vegetación que terminó acumulando en esta parte del rio, donde queda embalsado, en las cercanías de las compuertas porque ahí el agua se estanca. Así que otra vez estamos con este tema de la presencia de cianobacterias”.
¿Esto es solo un fenómeno climático originado por la sequía de gran parte de 2022?
“En 2022 llovió poco, pero la mayoría de las lluvias, unos 150mm, la tuvimos a finales de año. Ahora, en enero, llevamos registrados 120, 130 mm. Entonces si sumamos esto son 300 mm en los últimos dos meses contra 450 mm del resto del año pasado. Pero hay una influencia de la activad generada por el hombre, un pozo ciego por ejemplo genera nutrientes para esta vegetación porque es materia orgánica. Lo mismo que otras actividades que trabajen con fósforo y nitrógeno como las agropecuarias que no tengan un tratamiento adecuado y si esta materia orgánica llega al río genera una alta cantidad de nutrientes para esta vegetación en un contexto de río estancando, con poco oxígeno y hace que estas cianobacterias se desarrollen rápidamente y que salgan a la superficie formando ese manto verde que vemos sobre el río. Además esta capa impide que pase la luz del sol y eso aumenta la cantidad de peces muertos”.
¿Entonces es un fenómeno natural pero con influencia de la actividad del hombre?
“Las actividades humanas generan una gran cantidad de nutrientes, llueve poco, se embalsa el río para que no sea un hilito por las condiciones de sequía y todo esto aumenta la influencia de la carga orgánica. Entonces la disponibilidad de nutrientes es mucho mayor. En palabras simples, el río se lavaría más fácilmente si estuviera fluyendo una mayor cantidad de agua. En resumen, el peso de la carga orgánica (que tal vez sea el mismo de años anteriores pero que en este contexto que estamos describiendo es mayor) termina generando daños, en este caso concreto con las cianobacterias. Es por eso que ahora tenemos que ir apuntando hacia el origen de esta situación, que se puede generar naturalmente pero hay una incidencia del hombre. Lo que marca que este panorama se repita un mes después es que se siguen produciendo vuelcos o que por las lluvias hay un escurrimiento de los suelos en el río que se deben controlar. En ese escurrimiento se va lavando materia orgánica, nitrógeno y fosforo, a lo largo de toda la cuenta del Río Areco aportando muchos nutrientes a esta vegetación. Es por eso que este fenómeno se repite después de las lluvias. Es un tema complejo que traspasa la cuestión de la sequía porque con 300 mm en 40 días el tema se debería haber subsanado o al menos haber mejorado pero por el contrario, el verde volvió a aparecer”.