Raúl Maiola vivió durante muchos años en San Antonio de Areco, donde tuvo el clásico kiosco El Tunel en calle Alsina. Desde hace más de una década está vinculado al fútbol femenino a nivel nacional y desde 2019 es entrenador de la Primera femenina de Tigre.
En esta charla con Días de Areco, contó su experiencia, evaluó la situación del femenino en Argentina y destacó la importancia de desarrollar las inferiores.
¿Desde cuándo estás vinculado al fútbol femenino?
“Estoy como entrenador en la Primera desde el 2019, así que andamos rondando el sexto año. Previamente había estado en Excursionistas, que es un club que tiene fútbol femenino desde hace muchos años, o sea que hará 11 o 12 años que estoy cerca del femenino en Argentina”.
¿Cómo has visto la evolución de la disciplina en Argentina en general?
“El cambio es inmenso: en algún momento por ahí una jugadora que no estaba bien físicamente y tenía técnica, podía jugar, había 10 equipos solamente en Primera de AFA, en una sola división y de repente hubo una cierta explosión, empezaron casi todos los equipos empujados por FIFA y CONMEBOL, a sumar femenino. Hay un dato importante, que es que se estableció que los clubes de Primera División que entraban en la Copa Libertadores de varones, si no tenían planteles femeninos, ya no la podían jugar. Eso generó que muchos estuvieran obligados a tener femenino y eso, sumado a la fuerza del feminismo en general, al tema social de que las mujeres quieren jugar al fútbol, hizo que fueran ganándose espacios y convenciendo a los varones que son dirigentes y que por ahí no entendían o no querían el femenino”.
¿Por qué decidiste dedicarte al fútbol femenino específicamente?
“A mí el fútbol me gusta muchísimo en todas las divisiones: varones, internacional, del Ascenso. Ya cuando estaba cursando el profesorado de educación física, que lo hice bastante grande, veía que el femenino era algo muy interesante en lo cual había mucho por hacer y algo me atrajo de ahí, de poder convivir con eso. Finalmente me terminé como apasionando. Estoy tan metido que desde hace tiempo me parece que el fútbol es una cosa de mujeres, no de varones. Uno aprende constantemente y en el femenino está todo en crecimiento. A veces, cuando habla con un futbolista joven varón, ya sabe lo que va a decir, porque hay algún una especie de cassette en un reportaje o en la opinión o en cómo se manejan. En cambio entre las mujeres hay una amplitud de sectores sociales que juegan, podés encontrar una profesional, psicóloga, abogada, conviviendo con alguien que tiene grandes dificultades para comer o que no tiene trabajo y hay que ayudarla. Esa convivencia de sectores muy diferentes involucrados en el fútbol femenino también me atrae”.
En este último tiempo ha crecido enormemente la cantidad de clubes que apuestan al femenino…
“Hace unos cinco o seis años atrás, eran pocos los clubes que tenían femenino y había una única división de torneos de AFA. De repente empezaron, por estos factores que te decía, a generarse más equipos. Entonces llegó un momento en que había 20 en Primera y se hizo la Primera B. Siguió habiendo cada vez más equipos y cada uno que iba llegando, iba a la Primera B. Por ahí había algunos que ascendían a la A y otros que descendían a la B. Cuando Tigre decidió tener fútbol femenino, definieron darme el proyecto a mí. Yo venía charlando con ellos hacía años, también jugué ahí, y en ese momento ya había Primera C. Hoy hay 20 equipos en la A, 20 en la B y 27 en la C y hasta se habla de hacer una Primera D de fútbol femenino. Empezaron a venir equipos del Interior: de Rosario, de Córdoba donde está la impronta importantísima de Belgrano que es de los mejores del país e invirtió muchísimo dinero, enseguida pasó por la C, por la B y hoy está en la parte alta de la A con River y Boca. También Talleres de Córdoba que está a punto de ascender de la B a la A. Se pone cada vez más difícil tener un nivel alto en la Argentina. Nosotros estamos compitiendo en la Primera C, que es un torneo durísimo y muy interesante”.
Hace poco te tocó venir acá cerquita con Tigre, a jugar contra El Frontón en San Andrés de Giles…
“Sí, El Frontón, con la presencia de un dirigente, pudo entrar como un invitado en la AFA a participar del torneo femenino de Primera C y por eso tuvimos que jugar este año, venir acá a Giles. Me asombraron las instalaciones y me gustó porque venía cerca de donde yo vivía y había jugadoras de San Antonio también, que pudimos hablar un poco”.
¿Qué has podido ver del femenino en Areco y la zona?
“Me asombró viniendo a acá y charlando con gente que trabaja en esto, ver la dedicación que hay con las inferiores, que para mí hoy es el problema central de la Argentina en el fútbol femenino, cuánta bolilla se le da a las adolescentes, que es donde más jugadoras hay y no hay torneos oficiales de AFA. En algún momento va a haber porque hay que ocupar espacios que son de los varones y esa discusión es la más grande. Cuando se habla de la Selección, acá estamos todos contentos porque los varones son campeones y enseguida comparan que las mujeres no están igual, siendo un país tan futbolero. Para mí el detalle está ahí, cuánta bolilla se le da las inferiores de mujeres para que dentro de 10 años tengan un nivel internacional alto. En Europa eso ya eso no se discute y tienen equipos muy fuertes, de mucha más dedicación. En este momento hay inferiores o por lo menos tres divisiones en la Primera solamente y esto tiene que pasar en el Ascenso. Los clubes tienen que poner espacio y recursos. Pensemos que todavía hay clubes en Argentina donde las chicas pagan cuotas para jugar, donde se compran la ropa, le pagan al técnico. Son cada vez menos, pero sigue pasando. Lo mismo con los lugares donde se juega: a veces jugamos en canchas que son una falta de respeto o hay que pelear para jugar en la cancha principal. Esa es otra discusión hermosa y a veces parece que avanzara como el mismo feminismo general, dos, cuatro casilleros hacia adelante y dos para atrás, pero esto no retrocede más”.
¿Por qué destacás tanto la importancia de trabajar las inferiores?
“Hoy lo más fuerte que hay en el femenino son las adolescentes jugando. Pensemos que recién pasó el Mundial Sub 20, donde Argentina pudo dar un paso un poquito más alto que lo que venía haciendo, pero todavía está muy lejos de todo. Argentina puede crecer mucho aún y para mí es un cambio social muy importante para lo general del ser humano. ¿Cómo puede ser que les prohibimos durante tantos años a las mujeres el disfrutar de algo tan lindo como es jugar a la pelota?”
¿Qué les dirías a las chicas que quieren sumarse al fútbol, sobre todo a las más chicas?
“Que disfruten del momento que se vive tanto en la Argentina como en el mundo, no solo en el deporte, sino en la sociedad misma, de cambios tan grandes. No mejoró todo del todo, pero les diría que vivan este momento porque las mujeres más grandes por ahí pudieron hacerlo y no solo en el fútbol. Les diría que si les gusta el fútbol, que lo jueguen y que nadie se los impida, que disfruten de lo que quieran, que prueben, y que sepan que uno puede siempre cambiar de opinión, incluso siendo muy grande. Se puede cambiar todo el tiempo y no hay que dejar que nada te frene. Podés hacer lo que quieras en la vida y eso transportarlo al fútbol. Nadie te va a impedir a explorar el fútbol y si te dan ganas de hacerlo, buscá un lugar que vas a encontrarlo”.