Mientras avanza la obra de la Autovía 41, vecinos y comerciantes de la zona urbana que se verá afectada por la nueva traza presentaron sus inquietudes ante la Dirección Provincial de Vialidad.
Agustín Casares, referente de Unión por Areco, se reunió esta semana con el titular de Vialidad, Hernán Y Zurieta, para hacerle llegar las posturas de los vecinos y avanzar en los detalles de cómo será la autovía.
“Era un tema que veníamos planteando desde el inicio de esta obra, que tuvo bastantes complicaciones porque el financiamiento original que era del BID luego fue dado de baja por el gobierno de Vidal y al asumir el nuevo gobierno de la provincia hubo que relicitar la obra porque había sido licitada con estándares internacionales y eso podía ser objetado por alguna empresa. A eso se sumaba el conflicto inflacionario del año pasado y la megadevaluación del Presidente Milei, que puso en serio riesgo la obra pública en toda la provincia de Buenos Aires. Sabíamos que había un punto nodal (que además fue parte de la campaña) que es que cuando la autopista llegara a la zona urbana teníamos que poder trabajar para que la obra quede de la mejor manera posible para que se integre al uso que le damos a esa zona”, explicó Casares.
Algunos vecinos están planteando pedidos específicos para la obra en la zona urbana, desde el acceso Durán hacia la rotonda de la vieja Ruta 8…
“Venimos trabajando con un grupo de vecinos que tenían algunas inquietudes. La primera es que pueda haber una bajada cerca del área de servicios donde está la estación de servicio, hay parrillas, un barrio, una gomería, corralones de materiales. Originalmente esto no estaba previsto porque idealmente las autopistas no tienen que tener subidas y bajadas directas por una cuestión de seguridad vial, pero al ser una zona urbana, podemos ver lo que pasó en la Autovía 8 donde también hicimos el planteo y en su momento el Director de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, se negó, y ahora igualmente la gente ha hecho sus propias bajadas que hacen todo aún más peligroso”.
¿Cómo está accionando Vialidad ante esto?
“En Vialidad están trabajando en cuál sería la mejor opción técnica para poder hacer un acceso que a la vez sostenga la seguridad que pretendemos de la autovía, porque este proyecto nace de la necesidad de darle seguridad a la 41. Otras cuestiones como el asfaltado de la colectora a la altura del Colegio San Antonio, la colectora en la zona del hotel Pampas de Areco o el ancho de la colectora en algunas partes para que los camiones de las empresas instaladas en la zona puedan maniobrar con tranquilidad se están resolviendo. Va a haber otras que implican obras complementarias que van a requerir el trabajo técnico del municipio que tiene el presupuesto, los especialistas y la facultad para proyectar, calcular y presupuestar las nuevas obras que haya que hacer para que la autovía sea parte del diseño urbano de Areco como nos gusta a los arequeros y a los turistas que nos visitan”.
¿El Municipio está comunicándose y gestionando con Vialidad por este tema?
“Hasta ahora no hubo ninguna comunicación, solo salidas en medios locales diciendo que había que ocuparse del tema como si fuese responsabilidad de un tercero. No ha habido comunicación ni pedidos formales, solo contacto nuestro y de algunos vecinos que presentaron una nota. Independientemente de esto, si queremos la solución final para todo lo que están planteando los vecinos, principalmente las obras complementarias como asfalto e iluminación, vamos a necesitar imprescindiblemente del trabajo de planificación y proyección del Municipio”.
¿Qué debería hacer el Municipio para las obras complementarias de la autopista?
“Debería hacer los proyectos de acuerdo a lo que San Antonio de Areco quiere y siguiendo los códigos urbanísticos, calcular los costos, el impacto y armar las presentaciones correspondientes para encontrar una vía de financiamiento como se hace con cada obra que los vecinos ven que se está ejecutando, siempre hay un trabajo técnico previo muy importante. Esa era la eterna discusión de los 100 funcionarios: ahora hay 20 funcionarios más que durante el gobierno de Durañona pero no hay una producción de proyectos de infraestructura para acompañar e ir a empujar los financiamientos. Todo lo que hoy está en ejecución son proyectos que estaban presentados de la gestión de Durañona y que siguieron, pero se terminaron”.