En una entrevista en profundidad con Días de Areco, Agustín Casares analizó el presente económico y político del Municipio y en ese contexto pensó en el futuro del peronismo.
Durante la conversación, el dirigente del Frente de Todos dijo que el próximo Intendente recibirá la peor herencia que se haya visto desde 1983 para acá y que tendrá la lenta tarea de resolver los problemas primero y recién después apuntar a crecer.
Casares definió el escenario actual de la municipalidad enmarcado en una crisis económica y financiera, con caída en la coparticipación, que adjudicó a la mala gestión de la administración de salud, sin fomento del turismo y la cultura, con sueldos muy bajos y con los empleados municipales enfrentados entre ellos.
¿Cómo ve la situación del Municipio desde lo económico y desde lo político?
“El municipio está en una situación financiera y económica muy crítica al punto que, para poder llevar los salarios de los trabajadores a los niveles de 2019, que por supuesto no eran los mejores sueldos del mundo, tiene casi que triplicar la masa salarial actual porque en estos dos años y medio tienen prácticamente un 120% o un 130% de atraso. Los sueldos hoy ocupan casi el 70% del presupuesto anual. Hay una caída de la coparticipación, el parque automotor está diezmado, cada vez es más pequeño y en malas condiciones. Entonces tenemos malos salarios, mala calidad en la prestación de los servicios, baja en la coparticipación porque no se gestionaron bien las estadísticas de salud. Lo que se perdió de coparticipación es por una mala gestión administrativa del área de salud y eso está impactando fuertemente en la cantidad de dinero que llega. A eso le sumamos que no hay fomento del turismo, de la cultura y con los empleados municipales enfrentados”.
El gobierno de Francisco Ratto utiliza como método de construcción política y de acumulación de poder el enfrentamiento constante…
“Hoy estamos en niveles de tensión al máximo, como se ve en el tema del reclamo por los salarios de los trabajadores de salud. Uno de las cosas que se decían en campaña que este gobierno iba a venir a armonizar la vida de los arequeros pero la verdad es que no recuerdo estos niveles de tensión permanente en nuestra gestión ni tampoco en las anteriores. Ahora es salud contra corralón, en otro momento fue la cultura contra la salud. Además, se da en un contexto que no es el del 2003 ni el del 2011”.
¿Por qué el contexto de 2022 es diferente a 2003 o 2011?
“A Eduardo Jordán le tocó tomar el Municipio en una situación compleja pero este momento es mucho peor. Porque después de 2003 le tocaron 10 años de crecimiento. En cambio, ahora estamos en un periodo de post pandemia y la recuperación a esa crisis sanitaria le va a llevar al mundo por lo menos una década. Por lo tanto, el próximo gobierno municipal y tal vez también el siguiente, tenga que navegar sobre una situación económica de estancamiento o de caída. Ese es el desafío que se le presenta al peronismo”.
¿Qué desafío se le presenta al peronismo en el orden local?
“Este escenario futuro hace que el peronismo tenga que diseñar una propuesta que contemple todas estas variantes, pero que además sea una propuesta atractiva. Después tiene que encontrar la persona que tenga la capacidad para llevar adelante el proceso tanto para impulsar lo que crea que haya que llevar adelante para el desarrollo de San Antonio de Areco en materia de políticas de obras públicas, en turismo, en salud, en servicios públicos etcétera, pero también además deberá manejarse en este contexto que será el más difícil que le haya tocado a un intendente por lo menos desde 1983 hasta ahora”.
Es una mirada pesimista…
“No, pero el Intendente que asuma en 2023 va a recibir la peor herencia. Puede ser el propio Francisco Ratto si es reelecto y creo que tiene muchas chances de hacerlo, o el que lo suceda, sea del Frente de Todos o de cualquier otro espacio político. Debemos tener en claro, más allá de los gustos personales de cada uno, que nos va a tocar esa tarea de arremangarse y arreglar cada uno de los problemas. Va a ser un trabajo lento para volver a encarrilar la situación y después recién empezar a crecer”.