Una vez más la calle Alsina fue el escenario de un festejo popular generado por el fútbol, una de las pocas cosas en este pueblo que nos iguala y hasta que nos une cuando juega Argentina pero sobre todo cuando la selección nacional gana. Así fue en 1978, en el 86, en el 90 y más recientemente en 2014.
Por un rato ricos y pobres se confundieron en la misma alegría. Tal vez hasta se abrazaron enfundados en los colores celeste y blanco cuando se encontraron en la esquina, dejando de lado las gruesas barreras que habitualmente los separan.
El rendimiento de Argentina fue de menor a mayor en esta Copa del Mundo. Se recompuso de una sorpresiva derrota en el debut. Repuntó ante un rival duro como México y alcanzó un buen nivel ante Polonia. No debió sufrir ante Australia y luego dejó en el camino a dos equipos de real jerarquía internacional como Holanda y Croacia, hasta ayer subcampeón mundial.
Justamente ante los croatas el seleccionado nacional mostró su mejor versión futbolera con orden táctico, dinámica, movilidad, inteligencia, contundencia, juego colectivo, figuras individuales y un Messi adulto, maduro, líder.
Lo que pueda pasar el domingo ya es otro capítulo que se debe enfrentar con hombría, dignidad, hidalguía, humildad. La misión ya está cumplida pero ojalá nos volvamos a encontrar en los festejos de la calle Alsina.
Hola este domingo la final transmiten en Areco en algún sitio! Gracias
Hola Jorgelina! Hasta el momento no tenemos información de que vayan a transmitir la final en algún espacio público. Saludos!