El estado de las calles se sigue deteriorando, sin respuestas del Municipio, y el ingenio arequero se hace presente. En la calle España, a pocos metros del cruce con Zapiola, un cartel en la vereda advierte a los transeúntes: “Peligro, cráter abierto”. A su lado, un profundo bache que ocupa casi la mitad de la calzada y dificulta el paso de autos, motos, bicis y peatones.
Pero no es el único punto donde hay intervenciones de los vecinos para llamar la atención sobre el mal estado de las calles. En el cruce de las avenidas Dr. Durán y Quetgles una serie de cubiertas y una cinta de peligro marcan el punto donde una tapa de desagüe está levantada hace días, sin ningún tipo de solución.
La gestión Ratto sigue sin dar respuesta al mal estado de las calles del pueblo, mientras los baches se multiplican día tras día y los vecinos recurren a la creatividad para advertir sobre pozos y situaciones peligrosas. Solo algunos barrios han tenido algunas intervenciones, especialmente con la colocación de piedras, muchas veces impulsadas y financiadas por los mismos frentistas.