Anoche falleció Guillermo “Pajarito” Cascelli, todo un personaje en la acepción pueblerina que tiene esa palabra-concepto.
De todas las facetas que ofreció Pajarito a lo largo de muchos años de vida pública entre los arequeros, un gustoso de bailar folclore, de los usos y de las costumbres del hombre el campo, fanático de los automóviles marca Citroën, empeñoso difusor de la música nacional y animador ocurrente en el rol de Don Indalecio en varios programas de radio, nos vamos a quedar con una de ellas: su amor profundo por el carnaval de San Antonio de Areco, fiesta de la que fue un asistente casi perfecto en la categoría máscaras sueltas de la que era un verdadero y creativo cultor. Sin ir más lejos, en este febrero encarnó el disfraz de un gladiador que construyó con esmero y que mereció el reconocimiento del jurado.
Pero yendo bastante más atrás en el tiempo y llegando hasta el principio de la década del 80, en el último corso que se realizó en el boulevard Alsina (hoy Héroes de Malvinas) integró un grupo humorístico junto a los hermanos Guillermo, Alejandro y Mario Ramírez, los hijos de Don Lucio el propietario original de la Cinacina, establecimiento donde Pajarito trabajaba atendiendo a los turistas. Ese grupo fue el mayor atractivo del carnaval de 1981 despertando la atención de los vecinos con ingeniosos e impecables disfraces de los grandes villanos del mundo del cine, Drácula, Frankenstein, el Diablo, que viajaban en un antiguo coche negro.
Elegimos ese recuerdo de su papel relevante en la fiesta popular por excelencia de nuestro pueblo para despedir a Pajarito Cascelli, que habitó el mundo de los mortales durante 71 años, porque son prácticamente imborrables de la memoria colectiva.