El fallecimiento de la Dra. María Paz Zaldívar es uno de esos sucesos que de tanto en tanto conmueven a gran parte de un vecindario que a pesar del paso del tiempo mantiene vigentes algunas de las mejores costumbres del pueblo chico que supo ser y que comparte la tristeza del dolor que provoca la muerte de una persona joven.
La familia Zaldívar es muy conocida en nuestra comunidad, lo mismo que la familia Boulocq porque era hija de Julio, que falleció hace poco tiempo atrás y de Marcela. Pero Paz se había forjado un nombre propio por su labor como médica pediatra que le permitió enlazar una relación de confianza y cercanía, que en muchas ocasiones iba más allá de lo profesional, con cientos de jóvenes pacientes y con muchos padres y madres que depositaron en sus manos la salud de sus hijos.
Casi hasta último momento atendió con esmero su consultorio que estaba en la esquina de Belgrano y Alvear a la par de su trabajo habitual en el Hospital Emilio Zerboni y de su activa participación en la conocida Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional (AdeSar) que también reúne a unos cuantos reconocidos médicos locales.
Madre de cuatro hijos chicos todavía (Lucia, los mellizos Anita y Nacho y Juancito, el menor), Paz padeció una rebelde y cruel enfermedad contra la que luchó valientemente durante un año y medio hasta que el sábado a la tarde no pudo más y la noticia de su muerte caló hondo en el sentimiento de sus familiares, de sus amigos, de la gente que la conoció y que la trató de cerca y en el imaginario colectivo de una comunidad que perdió a una vecina de apenas 47 años.
Un ser excepcional. Que se brindaba a todos. Hermosa familia que formaron con Fede. Supieron batallar momentos difíciles pero siempre superándolos. Un honor que seas parte de esta gran familia.
Se te va a extrañar un montón Paz.
Vola alto!