José Antonio Güiraldes falleció el 17 de marzo de 1947 cuando tenía 59 años y en su dilatada trayectoria pública, Don Pepe había estado cuatro veces al frente de la Municipalidad de San Antonio de Areco.
Su primer paso por la intendencia fue breve, unos pocos meses entre septiembre de 1917 y abril de 1918, tiempo en que ejerció como Comisionado por el Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires, José María Cantilo.
La segunda estadía en la Municipalidad también fue corta y se extendió entre septiembre de 1930 y abril de 1931. En esa época fue Comisionado por el gobierno de facto del General José Félix Uriburu.
Güiraldes ganó las elecciones de enero de 1932 con una Unión Comunal dentro del Partido Demócrata Nacional pero el Concejo Deliberante, que oficiaba como Colegio Electoral, eligió Intendente al también conservador Felipe Llamosas. Don Pepe recurrió esta determinación en la justica, que a mediados de 1934 le permitió asumir al frente del municipio por tercera vez. En esta ocasión se mantuvo en el cargo hasta febrero de 1940.
A principios de 1942 Don Pepe fue designado nuevamente Comisionado, ahora por el Gobernador Rodolfo Moreno y renunció en julio de 1943, cuando estalló una revolución militar.
Si bien es cierto que José Antonio Güiraldes es recordado por la inauguración del Parque Criollo y Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes (en 1938) y por la celebración de la primera Fiesta de la Tradición (en 1939) ambos acontecimientos trascendentes que modelaron un modelo cultural todavía vigente, también promovió otros hechos políticos que vale la pena remarcar.
En 1936 Don Pepe revocó la concesión para la prestación del servicio eléctrico que tenía la Compañía de Electricidad del Sud Argentino (CESA) y el Concejo Deliberante la puso en manos de la naciente Cooperativa Popular de Luz y Fuerza.
Poco tiempo después, la Municipalidad llevó adelante la obra de pavimentación de la primeras 40 cuadras de hormigón que tuvo nuestro pueblo, en base a una planificación que apuntaba al desarrollo urbano de la comunidad y que abarcó las calles Güiraldes (una mano desde la estación de ferrocarril hasta la avenida Vieytes), la mencionada Vieytes hasta Arellano, Moreno hasta el Hospital Zerboni, Belgrano hasta Mitre, Alsina y Arellano hasta conectarse con los adoquines que llegaban hasta la esquina de Guido.
Güiraldes también alentó la fundación de la Liga Deportiva y del Tiro Federal Argentino y durante su gestión se inauguraron el Puente Norberto de la Riestra y la pavimentación de la Ruta Nacional 8, conocida como el camino afirmado Buenos Aires – Córdoba. Además el 12 de octubre de 1942 inauguró la Plaza José Hernández de Villa Lía.