Areco tiene su propia Mamá Noel: Carolina Reyes es una joven que decidió este año apostar a la solidaridad en Navidad. Con una iniciativa propia, reunió juguetes y golosinas y salió a repartirlos entre los más chiquitos en los barrios.
Con todo el calor de esta Nochebuena, esperó a niños y niñas primero en la Plaza Néstor Kirchner y luego en la del Barrio Prado para llevar sonrisas a todos.
“Quisimos enfocarnos en la inocencia de los chicos, que esperan todo el año que venga Papá Noel. Tenemos que cuidarlos, porque ellos también ven las necesidades y queríamos traerles una pequeña alegría, con lo poco que podemos ofrecer”, destacó la joven.
“Venía pensándolo hace mucho tiempo y compré juguetes y golosinas. No quería regalar por regalar sino que pregunté a nenes de mis amigas qué les gustaba para que sean cosas que ellos disfruten”, apuntó. “Me ayudó mucho mi familia, me acompañan siempre mi mamá y mi papá, y también amigos, y la verdad que viendo las caritas de los chicos, no puedo más de felicidad. La energía que ellos traen y su felicidad no tienen precio, desde los más pequeños hasta los más grandes, que ven que alguien pensó en ellos. Seguramente sus familias también pensaron en ellos, pero no siempre todos tenemos la oportunidad de dar un regalito. Quisimos aportar algo más, porque tener la oportunidad es un privilegio y no podemos mirar para otro lado”.
Las fiestas generan siempre momentos de encuentro y solidaridad. La iniciativa de Reyes es una de tantas otras que se fueron dando en distintos puntos del pueblo. Papá Noel pasó, por ejemplo, por el comedor del Tanque Cufré y el Club Vieytes de Duggan, con golosinas y regalitos para los más chicos.