Teatristas independientes de nuestra ciudad estrenarán una obra sobre familia, vínculos y la vida adulta. “Once piezas. Linaje en seis actos” se presentará este domingo 30 de noviembre a las 20 hs en el Salón Guerrico, con entrada libre y gratuita.
“La obra surge de un taller privado que empezó en marzo de este año. Hasta julio hicimos un entrenamiento actoral básico porque para muchas de las personas que están participando es su primer o segundo acercamiento al teatro. Después, al final de ese proceso, se incorporaron otras actrices que venían trabajando conmigo en puestas anteriores”, contó Silvio Menconi, director de la obra.
Y detalló que “durante esos meses de entrenamiento trabajamos sobre el lenguaje teatral, la acción y el texto dramático, la improvisación, el juego, la proyección y sobre todo el trabajo con el cuerpo. En el segundo cuatrimestre, a partir de agosto, empezamos a pensar una puesta teatral en sí, a indagar vínculos familiares y humanos, la convivencia de tres hermanas ya añosas, algunos hijos de ambas y algunas enfermedades que se entrecruzan con la situación económica. Una casa venida abajo por el paso del tiempo, la dificultad económica para no poder mantenerla, una relación periférica con unos vecinos, donde también se teje toda una historia y un hilo dramático. Podríamos decir que son dos hilos dramáticos que van juntos: por un lado, la historia de un vecino muy cercano a la familia y algo abrupto que sucede con él, pero también otro conflicto central que tiene que ver con la familia, los vínculos y la cotidianeidad en esta casa en donde conviven muchas personas”.
Once Piezas pondrá en escena un numeroso elenco. Actuarán Rita Biroli, Marita Tommasi, Mirta Molinari, Teresa Saitta, Nahuel Pallitto, Natalia Menconi, Ana Schmidalther, Inés Pereyra, Daniela O’Connell, Maria Etchevest y Mariana Ferreyra. En seis actos, los intérpretes exploran de manera realista las ideas de los vínculos familiares, las pérdidas, el paso del tiempo y los últimos años de vida.
“La obra es de una estética hiperrealista que intenta reproducir las condiciones del habla, los personajes se comunican como se comunican en la vida. No se juega con el surrealismo ni con lo lírico ni con lo absurdo. Los personajes están ahí, son identificables, pueden ser cualquier familia de hoy en día”, explicó Menconi. “La experiencia que queremos que viva el espectador es sentir que está espiando un rato y queremos que sea activo, que complete la puesta y ponga su atención, su memoria, su pensamiento al servicio también de construir la historia. Creo que el teatro es un cuerpo en un espacio que merece ser leído, interpretado y analizado pero que también incomoda, perturba, interpela. Eso aspiramos generar con esta obra”.