El 25 de mayo de 1973 Juan Carlos Mauricio Tapia asumió por segunda vez en su dilatada campaña pública como Intendente Municipal. Recibió el mando de manos de Raúl Alonso, último comisionado de la agonizante Revolución Argentina, una dictadura militar iniciada a mediados de 1966.
Ese mismo día, muy significativo para la historia de nuestro país, también asumieron Héctor J. Cámpora como Presidente de la Nación y Oscar Bidegain como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Era el final de la larga proscripción del peronismo pero Juan Domingo Perón no había concretado aún su regreso definitivo a la Argentina.
El peronismo local había ganado las elecciones del 11 de marzo del 73, con el 40% de los votos, superando en las urnas a la Unión Vecinal encabezada por José Emilio Ramírez y a la UCR que postuló la candidatura de Mario Falivene.
Don Carlos, como lo llamaba el vecindario, ya había gobernado el Municipio entre mayo y septiembre de 1955 cuando el golpe de Estado perpetrado por la autodenominada Revolución Libertadora derrocó a Juan Domingo Perón y también terminó con su mandato.
En sus muchos años de actividad política, Tapia, que se definía como un “Peronista del 45”, fue Concejal (en 1953), Inspector Municipal (un cargo similar al de Jefe de Corralón) durante la intendencia de Rodolfo Orofino, compitió en las elecciones de 1963 (terminó tercero como candidato por la Unidad Popular) y ganó las elecciones de término medio de 1965 liderando una fuerza neoperonista con Perón en el exilio. Ese triunfo sobre la UCR del Pueblo le permitió volver al Concejo Deliberante hasta junio de 1966.
En una década del 70 marcada por una profunda inestabilidad institucional gobernó la Municipalidad entre mayo del 73 y mayo de 1976 cuando el golpe cívico – militar que derrocó a Isabel Perón concluyó anticipadamente con su segundo paso por la administración del Municipio.